Martes , 27 Junio 2017

Más de medio siglo burlando los derechos humanos

Por: Julio César Gálvez

La actual crisis económica y social se extiende y agrava entre los sectores más vulnerables de la población cubana: niños, ancianos, discapacitados, mujeres, minorías étnicas. No es un caso aislado. Es una trama bien estructurada hace más de 50 años para someter al control militar a todo un país. La falta de valores éticos y morales y la corrupción galopante de la clase gobernante, que vive ignorando los sufrimientos del pueblo, se suma a lo anterior.

A pesar de las ilusorias reformas anunciadas por el general Raúl Castro al asumir el mando de la nación en el año 2006, la realidad es bien distinta.

El desempleo impuesto bajo el nombre de trabajador por cuenta propia, quienes ven como el alza de los impuestos los obligan a ir al paro; los obligados recortes en los presupuestos públicos, que incluye las publicitadas educación y salud pública gratuitas, actualmente en franco deterioro; el abandono oficial a los afectados por tormentas y ciclones tropicales, que desde el año 2000 han azotado la isla y más recientemente Sandy, a quienes no se les ha brindado ayuda material alguna para sus problemas de la vivienda; el serio problema alimentario que padece la mayoría de la población cubana que subsiste con una libreta de racionamiento desde hace más de 50 años; la ineficiencia de un sistema político, económico y productivo caduco, y las reiteradas promesas siempre incumplidas de un futuro mejor, han llevado al empobrecimiento y la marginación de todo un pueblo, que vive en una isla prisión acosado y atemorizado mediante el hostigamiento y la represión constante.

Cuando se cumplen 64 años de la proclamación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de la que Cuba fuera promotora y uno de sus firmantes fundadores, el actual régimen totalitario cubano, arremete contra todo el que disienta del discurso oficial, aunque para ello ofenda o denigre verbalmente, incurra en la agresión física y hasta en el asesinato de Estado si es necesario.

Más de 440 detenciones políticas durante el pasado mes de noviembre, cifra que triplicó lo acaecido en el año 2010, es una muestra del aumento de la represión desatada por quienes llevan más de 50 años ostentando el poder absoluto y  en la isla.

Es el acoso perenne contra las Damas de Blanco, golpeadas los días 4 y 11 de noviembre en las provincias de Holguín y Santiago de Cuba, y ayer domingo día 9 de diciembre en ambas provincias y en La Habana, vísperas del Día Internacional de los Derechos Humanos, por el delito de asistir a misa y pedir libertad para los presos políticos que aún están tras las rejas y ante el temor del régimen de que pudieran producirse manifestaciones en su contra.

El temor que representa la prensa independiente es el arresto de 26 comunicadores durante el mes de noviembre, donde sobresale Calixto Ramón Martínez, periodista independiente, de 42 años, quien se mantiene en huelga de hambre desde el 10 de noviembre en la prisión Combinado del Este de La Habana, acusado de desacato, quien destapara el incontrolable brote de cólera existente en todo el país y el robo y deterioro de medicamentos y equipos médicos donados a Cuba por la Organización Mundial de la Salud, abandonados en el aeropuerto de La Habana, es uno de quienes día a día ponen en riesgo su vida para que la realidad de lo que ocurre dentro de Cuba no caiga en el olvido.

Ángel Santiesteban, premio de novela Casa de las Américas 2006, condenado a 5 años de prisión mediante una falsa acusación, — desestimada por el tribunal que lo juzgó –  para castigar su posición contestataria contra el totalitarismo de los hermanos Castro, anunciada con sarcasmo e ironía por antelación por el oficial de la policía política que se hace nombrar Camilo.

Son los 21 integrantes de la Unión Patriótica Cubana, presos en estos momentos por reclamar de forma pacífica libertad y democracia, sin cargos ni justificación alguna. La cuarta parte del total de sus integrantes.

Antonio Rodiles, director de Estado de Sats, el escritor Ángel Santiesteban,  y 9 opositores más golpeados y detenidos, entre el 7 y el 9 de noviembre por indagar acerca de la detención arbitraria de una pareja de jóvenes abogados independientes. A ellos debemos de sumar a los ex prisioneros políticos y de conciencia del Grupo de los 75 Ángel Moya y Librado Linares.

La agresión física contra Guillermo Fariñas, Premio Sajarov 2010, y hasta la amenaza contra Elizardo Sánchez, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos, a mediados de mes, tras salir de una reunión de opositores, algo que hacía dos años no ocurría.

Son algunas de las violaciones que a diario comete el totalitarismo cubano impunemente, sin tan siquiera la denuncia o mención a tan viles hechos,  por parte de los gobernantes, supuestamente democráticos que mantienen buenas relaciones comerciales y diplomáticas o llegan de visita a la Mayor de las Antillas, para fundirse en un abrazo con el general Raúl Castro.

El régimen cubano se degrada a si mismo cada vez más, sin importarle la opinión internacional, ante el temor a la perdida del poder y el control de las calles, pero el aumento de las protestas públicas y callejeras, las denuncias de la represión y los abusos que comete la policía política y las turbas paramilitares, el llamado a la reflexión y las alternativas empleadas por la disidencia para alcanzar la necesitada libertad y democracia, demuestran que el pueblo cubano ha dicho: Basta ya.


 

Scroll To Top