Unas 11.000 familias afectadas tras el devastador paso del Huracán Sandy por las provincias orientales, aun permanecen en albergues o facilidades temporales, en espera de la voluntad humanista del gobierno y su insensible e ineficiente estructura de organización y dirección.
Desde Guantánamo, la anciana Caridad Martí, vecina de Calle Beneficencia, esquina Pinto, en el municipio cabecera, nos refiere que ya no sabe a quien acudir, pues su caso se ha ventilado hasta en los medios de comunicación del territorio, sin encontrar solución.
“Mi vivienda quedo en un deterioro estremo tras el desastre, solo se salvo uno de los cuartos en el que me quede viviendo para evitar perder la propiedad, y que la convirtieran en un parque, como ya es tradicional en esta provincia con todo lo que se derrumba… En aquel entonces una comisión de la vivienda valoro los daños y me otorgo un subsidio para reparar la casa, hasta la fecha no me han concedido los papeles del subsidio, pese a que supuestamente, mi caso sería priorizado en el momento que decidieron apoyarme. La última respuesta después de pelotearme, y maltratarme en todas las entidades del Partido y el Gobierno, que presento mi queja como Desamparo Social, es que debo sacar una nueva propiedad de la vivienda. Mientras debo seguir sobreviviendo en la interperie, a merced de un nuevo derrumbe. Lo más doloroso es que Raúl Castro aseguro: No quedaría ni un solo cubano abandonado!! Pasa el tiempo y se olvidaron de la promesa, tal es así que son miles los damnificados por los ciclones, que sufren de desamparo y es que han sido tantas las promesas sin cumplir, que ya nadie puede creer en la Revolución, por y para los humildes, tan carente de voluntad y sensibilidad humanista.” añadió para concluir la angustiada anciana.