El partido único y el Ministerio del Interior, con su temida Seguridad del Estado, encabezan la lista elaborada por un grupo disidente
La maquinaria represora no descansa en Cuba, pese a que el régimen ha comenzado a negociar un acuerdo bilateral con la Unión Europea y busca desesperadamente atraer las inversiones extranjeras que frenen el deterioro económico, que será aún mayor si pierden los subsidios de Venezuela. Con poco más de once millones de habitantes, Cuba tiene entre 60.000 y 70.000 presos, más de un centenar de ellos prisioneros políticos, según datos registrados por la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (Ccdhrn). Con este panorama, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) acaba de publicar un listado de las organizaciones cubanas involucradas en la represión y violación de derechos.
La primera de ellas es el Partido Comunista de Cuba (PCC, único), “el brazo político de la elite represiva cubana”, según la organización que dirige el ex prisionero de conciencia Alejandro González Raga. Raúl Castro, de 83 años, es su primer secretario desde 2011. Fidel Castro, de casi 88 años, lo fue entre 1965 y 2011. Bajo el amparo de la Constitución de 1976, “controla el sistema político y el Estado cubano, por lo que es un grupo con vocación y lineamientos totalitarios”.
“Brazo escrito”
El diario “Granma”, órgano oficial del Comité Central del PCC, es el “brazo escrito” del régimen cubano. Desde sus páginas o su versión digital se ocupa de las “campañas de desprestigio” o los llamados “asesinatos de reputación” por encargo de la Seguridad del Estado o el mismo Partido Comunista.
Ministerio del Interior
El general de Cuerpo de Ejército Abelardo Colomé Ibarra dirige el ministerio encargado de “diseñar, coordinar y ejecutar la política represiva del régimen, los actos vejatorios y las campañas de difamación y descrédito a opositores pacíficos y organizaciones de la sociedad civil”, apunta el grupo disidente.
Uno de los principales organismos del Ministerio del Interior (Minint) es la Seguridad del Estado (G-2), “creada y entrenada” por el KGB y la Stasi. Este departamento es el “principal actor de la cadena represiva”: realiza el seguimiento de opositores, “analiza comportamientos y castiga”.
La Dirección General de Cárceles y Prisiones (DGCP) es la responsable de más de medio siglo de “métodos nada éticos” en el trato de la “vasta población penal” cubana.
Durante décadas, el departamento de Migración ha tenido la misión de “impedir la entrada y salida del país a miles de cubanos”. Tras la entrada en vigor de la reforma migratoria en enero de 2013, a “miles de cubanos se les impide entrar libremente en su país y a otros se les sigue poniendo trabas para ejercer su derecho a salir”.
Al mismo tiempo, el departamento de Aduanas destaca por sus “arbitrariedades, especialmente contra los disidentes”, a quienes se les confiscan libros, memorias USB o aparatos informáticos.
El Minint convoca a las llamadas Brigadas de Respuesta Rápidapara “contrarrestar las actuaciones de los activistas de derechos humanos”. La dictadura cubana presenta el sitio de las casas de los disidentes o su apaleamiento por “turbas procastristas” como “gestos espontáneos de pueblo indignado”, según el Observatorio Cubano de Derechos Humanos.