Después de haber visitado 6 postas médicas y el policlínico docente de especialidades Julio Antonio Mella, todos en el municipio de Guanabacoa, el señor Miguel Reyes Gutiérrez, quiso dejar constancia de lo que está sucediendo con la salud pública.
Este joven tiene una quemadura de tercer grado en el brazo derecho y tenía necesidad de curarse. Al final terminó en el policlínico Machaco Ameijeiras, cerca de su casa que está en la calle Gloria entre Barreto y Delicia en este municipio.
Incluso allí, en el Cuerpo de Guardia se negaron a curarle a pesar de que rabiaba de dolor. Se encontraban de guardia, en ese momento las enfermeras Judith y Rosita, con procedimientos inadecuados hacia un paciente e incluso maltratos. Estuvo 4 días sin poderse curar el brazo.
La enfermera Rosita, le ratificó que no lo iba a curar, que fuera a su casa a bañarse y que al día siguiente se presentara en la posta médica que le corresponde; pero ante los reclamos de los familiares que allí se encontraban incluyendo algunos disidentes, decidió hacerle la cura; pero Miguel tuvo que llevar las vendas, el mercurocromo, las torundas y la triamcinolona, porque allí no había nada para curarlo.
Al parecer son varias las causas que están atentando contra el servicio de salud en el país: la falta de personal médico, que una gran parte se encuentra prestando servicios en el exterior, la falta de suministros incluyendo medicinas y medicamentos, el poco deseo de trabajar por parte del personal de salud y la mala costumbre adquirida de que se le haga un regalo en efectivo por sus servicios.
En el policlínico había incluso un anciano –de la raza negra- al que llevaron deshidratado y que fue ingresado sin sábanas, lo acostaron directo sobre el colchón y al parecer estaba inquieto y lo amarraron a la cama para que no pudiera moverse.
Estas historias son el día a día en los cuerpos de guardia, postas médicas y hospitales de todo el país.
La Habana, 8 de abril de 2015.