A la atención de Raúl Castro Ruz
Presidente del Consejo de Estado de la República de Cuba
Presidente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC)
Señor presidente,
Al término de la reciente cumbre celebrada en Santiago de Chile, usted asumió la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Al tomar el cargo, usted prometió que actuará “con total apego al derecho internacional, la Carta de las Naciones Unidas y los principios fundamentales que rigen las relaciones entre los países”. Durante su intervención del 28 de enero de 2013, usted también afirmó: “rechazaremos la injerencia, la amenaza y el uso de la fuerza, y potenciaremos el diálogo”.
Reporteros sin Fronteras, organización internacional de defensa de la libertad de información, tiene la esperanza de que estos compromisos se concreten rápidamente en su propio país. La intención legítima de Cuba de participar en el proceso de integración regional, así como la voluntad de apertura manifestada con ciertas reformas en curso, no pueden marchar sin un esfuerzo esperado en materia de respeto de las libertades fundamentales.
La reforma de la Ley Migratoria, que entró en vigor el 14 de enero de 2013, constituye una prueba importante, pues eliminó el permiso de salida que hasta entonces era obligatorio para los cubanos que querían viajar al extranjero y permite que ahora estos regresen a la isla sin condiciones. Ésta debe aplicarse sin distinción a todos los ciudadanos. La bloguera Yoani Sánchez, poseedora de un pasaporte, deberá poder regresar al país tras un viaje por el continente que planea realizar dentro de poco. Igualmente, se debe abrir la puerta a los periodistas y disidentes obligados al exilio que quieran regresar a su patria y, a la inversa, a todos aquellos que deseen viajar. El diálogo que usted dice que desea vuelve imperativa esta promesa.
Liberaciones en espera
Este diálogo no podrá tener lugar sin que se ponga fin a la represión que padecen los ciudadanos “culpables” de informar sobre la situación de la isla sin el control del Estado. Desde ahora, reconocida la información plural, debe abolirse este control y las personas encarceladas injustamente deben ser liberadas. La intención expresada de apego al derecho internacional y a la Carta de la ONU también impone la urgente ratificación de los dos Pactos de Derechos Humanos de las Naciones Unidas sobre derechos civiles y políticos que firmó su gobierno en 2008. Sin esperar más, pueden solucionarse diversas situaciones dramáticas.
Encarcelado desde hace casi cinco meses, Calixto Ramón Martínez Arias, corresponsal de Hablemos Press, corre el riesgo de ser condenado a tres años de prisión por “desacato al jefe de Estado”. Esta acusación pretende en realidad castigar a este periodista independiente por haber publicado información –confirmada después por las mismas autoridades– sobre un brote de cólera y dengue. Luis Antonio Torres, empleado del diario del Estado Granma, fue condenado en julio de 2012 a catorce años de prisión por el cargo de “espionaje”, nunca probado. Él también había difundido información de interés público, en este caso sobre las consecuencias negativas de proyectos de infraestructura. ¿Hablar de una realidad embarazosa se convierte en una conspiración contra el Estado?
Asimismo, estamos preocupados por la suerte del escritor Ángel Santiesteban-Prats, condenado a cinco años de prisión el 8 de diciembre de 2012, oficialmente por “violación de domicilio y lesiones”, tras un proceso en el que se fabricaron los cargos y se compraron testigos. Intelectual reconocido en la sociedad cubana, que ha recibido diversos premios, lo único que hizo Ángel Santiesteban-Prats fue criticar al gobierno en su blog. Lo pueden encarcelar en cualquier momento. Finalmente, Reporteros sin Fronteras tuvo conocimiento del arresto, el 5 de febrero pasado en La Habana, de Héctor Julio Cedeño, por el sólo hecho de haber fotografiado a un grupo de inspectores integrales (del gobierno) que hostigaban a vendedores ambulantes. El periodista independiente aún se encuentra detenido. ¿Estas obstaculizaciones y persecuciones favorecen realmente el debate crítico que usted defiende?
Internet, pendiente pese a ALBA-1
La información es la base de los necesarios intercambios de ideas y opiniones que hacen vivir y evolucionar una sociedad. Es por ello que todos los cubanos deben gozar de los avances de Internet. La reciente instalación del cable submarino de fibra óptica ALBA-1, que conecta a Cuba con Venezuela, ofrece ahora el soporte necesario para una conexión antes limitada. Usted solía atribuir estas limitaciones a la imposibilidad de utilizar otros cables, debido al embargo impuesto por Estados Unidos a Cuba desde 1962 –que Reporteros sin Fronteras ha pedido se levante en repetidas ocasiones–. Nuestra posición sobre este último punto no cambia. En adelante, el cable ALBA-1 debería permitir a todos los ciudadanos contar con un acceso libre a Internet.
Agradeciendo su atención a esta carta, le envío señor presidente, mis saludos más cordiales.
Atentamente,
Christophe Deloire
Secretario General de Reporteros sin Fronteras