Hay mendigos en las calles en los que se puede constatar el abandono de su familia, precisamente esta célula social que está tan maltratada por el régimen en el país. Algunos de estos limosneros tienen enfermedades que no les son tratadas y mueren por esos padecimientos.
Una de las vías capitalinas que tiene más pordioseros es la calle Reina, en cualquiera de sus tramos, se pueden apreciar hombres y mujeres prácticamente desnudos, en taparrabos, como si fueran miembros de una tribu indígena; también sin zapatos y con aspectos desagradables.
No hay alguna institución que se encargue de recogerlos y atenderlos, incluso darle el tratamiento médico necesario. Por el contrario, cada día son más las personas que caen en este estado de mendicidad en todo el país, aunque en la capital se hacen mucho más evidentes.
La Habana, 7 de julio de 2014.