Quién controla a quién y cómo se controla son preguntas que puede hacerse cualquier cubano de a pie, porque la realidad es que la corrupción existente hace que todo el mundo entre en el juego, subordinados y jefes. Hay quienes roban más que otros, pero cualquiera que sea el nivel de sustracción de lo que no les pertenece afecta a alguien, en particular a la población.
Jerónimo del Toro Prieto es una persona humilde de la tercera edad, que vive en la calle 7, en el municipio de Bejucal en la provincia de Mayabeque. Él está enfermo de úlcera, por lo cual tiene una pequeña dieta para mejorar un poco la canasta básica que puede adquirir en la bodega de su barrio, por la libreta de racionamiento.
Jerónimo se queja que lo que le correspondía por esa dieta en el mes noviembre, no le fue asignado y no lo pudo comprar. Asegura que todos sus documentos correspondientes para poder recibir adicionalmente algunos productos alimenticios, están al día, por lo que no ha dejado de ir a reclamar a la OFICODA (Oficina de Control de la Distribución de Alimentos) en su localidad.
Los responsables de esta entidad le han dicho que no tienen la culpa, y no se sabe quién es el encargado de que esto se lleve a cabo.
Con esta respuesta inadecuada se tiene que quedar este señor y seguir esperando su dieta, porque es lo único que está al alcance de su posibilidad adquisitiva para ayudar a su enfermedad. ¿Cuántos Jerónimos habrá en Bejucal? ¿Cuántos en la provincia de Mayabeque? y ¿Cuántos en todo el país?
Mayabeque, 4 de diciembre de 2014