La irresponsabilidad de los chóferes de ómnibus en la capital son motivos de accidente, a lo que hay que añadir la música alta con la que manejan. No son pocos los que llevan esta algarabía, con un volumen bien alto en los ómnibus, sin tener en cuenta en lo más mínimo las consecuencias negativas que esto puede tener para los pasajeros, que deben montar en estos transportes.
Un ejemplo muy llamativo son los chóferes pertenecientes a la terminal de ómnibus del municipio de Santiago de las Vegas, de los conocidos P16, P13 y P12, en lugar de parecer que van conduciendo un ómnibus dan la idea de que mueven una “discoteca rodante”, lo que innecesariamente da lugar a la irritación y disgusto por parte de los pasajeros, además de provocar en ocasiones accidentes.
Tal fue el caso del día primero de junio. Un chófer de la ruta P12, que salió de la terminal de Santiago de las Vegas a las ocho y cuarenta y cinco de la mañana, cuando llegó a la parada de Carlos Tercero y Belascoaín, siguió sin detenerse para así poder pasar el semáforo que se encuentra en la intersección de esas dos calles; pero el tiempo le fue insuficiente y tuvo que frenar de forma brusca, lo que provocó que algunos pasajeros se cayeran e incluso por culpa del frenazo y del impacto yo resulté herida en la cabeza, al caer contra el piso del ómnibus.
Pero esto no fue todo, el chófer arrancó, y mientras otros pasajeros me socorrían al verme sangrando y le gritaban que parara que una persona se había herido, este no escuchaba porque llevaba la música puesta a todo volumen, cuando por fin lograron que escuchara y que detuviera el ómnibus para poderme bajar, arrancó sin importarle, ya que lo menos que podía hacer era socorrerme, después de lo que él mismo había provocado.
Como consecuencias sufrí una herida en la frente sobre la ceja derecha, que tuvo que ser suturada en el Policlínico de Reina, con 7 puntos. Para el resto de mi vida tendré está desfiguración en el rostro.
La música alta en los ómnibus de transporte urbano, es algo que debe ser prohibido por las autoridades competentes, y se deben tomar las medidas adecuadas para evitar que tales accidentes sucedan.
La Habana, 16 de junio de 2015.