Martes , 27 Junio 2017
Hambre por internet

Hambre por internet

La idea de administrar el hambre no es original. Maduro la conoce de sus maestros cubanos

Nicolás Maduro ha sido conservador y respetuoso de las tradiciones de los métodos represivos de sus padres ideológicos, desde José Stalin hasta Fidel Castro. La medida que lo inmortaliza en los manuales y lo deja clavado para siempre en la historia de los naufragios del comunismo en el planeta Tierra es la de imponerle a los venezolanos una cartilla electrónica de racionamiento.

El presidente de Venezuela consiguió, en sólo 12 meses de gobierno, terminar el trabajo de desabastecimiento que buriló como un artista a lo largo de 14 años su antecesor Hugo Chávez. Pero con los estantes de los mercados y los manteles de las mesas familiares secos y vacíos, el hombre se puso creativo y se aferró al desarrollo de la tecnología para distribuir por internet, mediante una tarjeta bancaria, la miseria que ha provocado la torpeza y la ineficacia de su régimen.

La idea de administrar el hambre ajena desde el Estado no es original. Tiene su antecedente en el derrengado campo socialista y Maduro la conoce de sus maestros cubanos, que implantaron una libreta en 1963 y está vigente todavía. El aporte brillante del venezolano radica en poner a navegar la escasez en laspáginas web.

Anunció su hallazgo esta semana como un sistema que le garantizará a la población «la satisfacción de todas las necesidades de las familias que trabajan». Sin embargo, hace unos meses, en junio pasado, había hecho esta afirmación: «Es una locura a quien se le haya ocurrido la idea de poner un chip de consumo. Esa no es la solución del Gobierno socialista y revolucionario».

El dirigente lanza a la atmósfera violenta y trágica de su país esa obscena cura de mercurocromo, cuando hace más de un mes que grandes sectores de la sociedad están en las calles con la exigencia de que se solucionen los problemas de abastecimiento de productos básicos de la dieta diaria de las personas, pero con el reclamo fundamental del regreso de Venezuela a la libertad y a la democracia real.

Es ofensivo y grotesco tratar de disimular, con el invento de una receta electrónica para la abundancia virtual, los acontecimientos del último mes en ese país.

Maduro y sus amigos, para mantenerse en el poder por encima de todo, utilizan y utilizarán conjuntamente la demagogia y el plomo de las balas. Ellos no pueden aceptar que, como escribió un poeta de por allá, los hombres siempre tienen dos hambres.


 

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