Hace unos días me dirigí a una de las llamadas “zonas Wifi”, ubicada en el 16 Norte y el 3 Oeste, en la ciudad de Guantánamo, donde acostumbro -de vez en cuando- acceder a Internet para nutrirme de información no manipulada por los medios de prensa nacional.
Allí me encontré con varias amistades que comentaban sobre una aplicación (apk) para teléfonos Android o inteligentes como también se les conoce, cuyo nombre es Facebookito; pero no le puse mucha atención, porque soy de los que busco las aplicaciones por su utilidad y los beneficios que me puedan brindar a la hora de navegar en la red de redes, las que son de tipo educativo como la Wikipedia móvil o simplemente las que me ayuden a mejorar el rendimiento de mi teléfono.
Al mostrarme desinteresado, me comentaron que con esta nueva apk podía acceder a mi cuenta en Facebook desde la casa; solo activando los datos móviles configurados en los teléfonos de los usuarios de correos nauta.cu.
Claro, como somos bromistas unos con otros, al principio no les creí, pero luego lo comprobé y resultó ser cierto.
Lo primero que se debe hacer es confirmar tu identidad para entrar a Facebook, lo que es lógico si se tiene conocimiento acerca de la Política de Privacidad de estas redes. Para ello te pide dos pasos y luego de recibir e ingresar un código de seguridad que te es enviado en un SMS, tienes dos opciones, actualizar con o sin imágenes, pero para ver las imágenes, con mala calidad, por cierto, debes consumir una cantidad considerable de saldo del teléfono.
De manera sucesiva vienen los inconvenientes, pues como es sabido, la plataforma Nauta no está preparada para la transmisión de muchos datos. La conexión es muy lenta, hasta para dar un “Me gusta” a una foto o cualquier otra cosa. Además, si se compara con lo que se consume -que ya es bastante caro- cuando recargas una cuenta y accedes a Internet a través del Wifi o en los Tele-puntos de ETECSA; el gasto es exagerado.
A pesar de los defectos que le vi a la aplicación, creo que el objetivo por el que se creó Facebookito, es ideal para países como el nuestro, los cuales reciben poca información útil y la que le llega a los hogares ya ha sido manipulada. Esta situación impide la promoción del pensamiento alternativo y la capacidad del pueblo cubano para disentir de lo que crea o no que es correcto por parte del gobierno que dirige su nación.
Es penoso que los cubanos tengamos que auxiliarnos de inventos tecnológicos caducos para el mundo actual, con la intención de tratar de civilizarnos.
Una medida rápida que podría hacer que el pueblo pueda acceder mejor a internet -aunque no a plenitud- sería bajar los precios de los servicios, también si alcanzaran permitirles a los pocos que les recargan el teléfono desde el extranjero, poder transferir parte de su saldo -incluyendo el bono- a su cuenta de Internet.
En fin, que el Estado debería ir pensando que las nuevas generaciones necesitan caminar con sus propios pies, tener acceso a la tecnología de punta, y así salir del yugo que las mantiene oprimidas y privadas de sus derechos como seres humanos.
Guantánamo, 2 de junio de 2016.