Martes , 27 Junio 2017

¿Existe sociedad civil en Cuba?

Para responder esta pregunta, primeramente, debemos clarificar que es sociedad civil. En nuestro país este término, era desconocido por la mayoría y nunca mencionado en los medios de comunicación masivas del estado, y digo era, porque extrañamente se empezó a hablar y a escribir en los medios oficiales, sobre sociedad civil, de una manera prodiga, casi festiva, ante un confundido público nacional, con motivo de la celebración en Panamá, de la pasada Cumbre de las Américas. El porqué de este desconocimiento masivo, solo visto en sociedades regidas por gobiernos totalitarios, lo iremos entendiendo a medida que vayamos diseccionando el concepto de “sociedad civil”.

El término sociedad civil, como concepto, designa a la diversidad de personas con categoría de ciudadanos, que actúan generalmente de manera colectiva para tomar decisiones en el ámbito público, que conciernen a todo ciudadano ajeno de las estructuras gubernamentales. Como definición, la “sociedad civil” se concibe como el espacio de vida social organizada de manera voluntaria, independiente, autónoma del estado y limitada por un orden legal o reglas compartidas. Involucra a ciudadanos actuando colectivamente en una determinada esfera pública, para expresar sus intereses e ideas, intercambiar información, para alcanzar objetivos comunes. De hecho, la existencia de una sociedad civil diferenciada de la sociedad política es un prerrequisito para la democracia, y ojo: sin ella, no hay Estado legítimo.

La sociedad civil está conformada, por un conjunto de instituciones que definen y defienden los derechos individuales, políticos y sociales de los ciudadanos y que propician su libre asociación, que tienen la posibilidad de defenderse de la acción estratégica del poder y de todo el aparato que lo sostiene, y propician, la viabilidad de la intervención ciudadana dentro del sistema, en busca del bien común, planteándose nuevos principios y valores, nuevas demandas sociales, en el fomento de una conciencia crítica, así como velar por la aplicación efectiva de los derechos ya otorgados.

Respondiendo a la interrogante que da título a este articulo y basándonos en el análisis anterior, podemos afirmar que en nuestro país, prácticamente no existe una sociedad civil, apenas algunas comunidades religiosas y algún que otro grupo de disidentes, mal y alevosamente definidos por los representantes del poder como mercenarios (que siempre hay que preparar a la opinión pública, para un posible proceso penal en contra de estos, no olvidemos la ley mordaza); los disidentes miembros de partidos políticos aun ilegales, no formarían parte nunca de la sociedad civil, pues uno de los requisitos para formar parte de esta, es no aspirar al poder político. Un ejemplo de instituciones que son parte de la sociedad civil son, los colegios profesionales, tales como, colegios de abogados y médicos, también se incluyen las universidades y los sindicatos; pero en Cuba todas esas instituciones fueron barridas en los albores de la revolución, sustituidas por otras similares, con nuevos nombres y subordinadas al estado, las universidades dejaron de tener autonomía y la FEU, que siempre fue bastión y vivero de defensores de la democracia, paso a ser una triste caricatura de glorias pasadas. Es por esto, que resulta un verdadero absurdo que se pretenda incluirlos en el estatus de “sociedad civil”.

Los supuestos miembros de la sociedad civil cubana, que viajaron a Panamá, junto a la delegación oficial, no lo eran, de hecho, en ocasiones actuaron como brigadas de respuesta rápida(nombre dado por el gobierno cubano, a grupos de matones organizados para intimidar y apalear a los que se atrevan a disentir en contra del régimen), estos se rasgaron las vestiduras, vociferando por la presencia legalmente autorizada por el Estado soberano de Panamá, de otros cubanos ajenos a la delegación oficial, cantaron loas a la gestión del gobierno, resaltaron las pocas luces, pero se olvidaron de las innumerables manchas; en fin y refutando la versión oficial: una penosa y patética actuación y mucho de turismo político, a expensas del dinero de las arcas del Estado; no creo que nadie en el exterior ni dentro de Cuba, se haya tragado tan burdo anzuelo, cabe mencionar el hecho de que, no hace mucho nombraron como primera secretaria de la unión de jóvenes comunistas a una señora que se hizo tristemente famosa en dicha Cumbre y fue apodada por la prensa como la psicóloga millonaria, pues mintió descaradamente al afirmar que se pagó todos sus gastos de viaje.

Ante el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, entre los gobiernos de Cuba y de los Estados Unidos de Norteamérica, se esperaría un cambio para bien en este tema, pero no ha sido así, pareciera que la Habana se ríe en las mismas barbas de Washington y lo que ha venido ocurriendo es un aumento de la represión, paralelamente a el aumento de las exigencias al gobierno de Obama, que el régimen pide mucho y no da nada, como no sea golpizas a los opositores.

 

 

 


 

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