El municipio de Manzanillo -pertenece a la provincia Granma- con una población aproximada de más de 130 mil habitantes. Fue fundado en 1792. El nombre de la ciudad se debe a la abundante presencia, en tiempos de la conquista española, del Hipomanne mancinella, nombre científico con el cual hoy se designa a la planta de manzanilla.
Está ubicado en las márgenes del Golfo del Guacanayabo lo que ha marcado de modo especial su historia y cultura; pero sus perspectivas de desarrollo para este año 2016 no son tan halagüeñas, tanto desde el punto de vista económico como en otras esferas de la vida social que repercuten en la mayoría de sus habitantes.
Ni siquiera hay que referirse a la disminución de su actividad industrial y sus producciones pesqueras, incluyendo el hecho de que la “liseta” que hacía famoso el municipio, se ha perdido en el mar e incluso un lugar específico para su venta en el pueblo que lleva el nombre de “La Lisetera”, expende cualquier tipo de pescado –poco conocido- menos ese.
Pero, como al igual que el resto del país, como municipio se desconoce la desagregación de los planes, es imposible referirse a cualquier dato económico, solo se puede hacer mención a la pobreza financiera en que vive la población, que afecta todo, pero lo fundamental es la mala alimentación a la que está sometida el manzanillero promedio.
Sin embargo hay actividades públicas que permiten tener una idea de la triste vida social que lleva esta comunidad, a pesar de que la propaganda ideológica del régimen muestre por los medios televisivos, a los locales contentos celebrando el 1ro. de Mayo, apoyando el Congreso del Partido y festejando por anticipado los 90 años del “Líder Histórico”.
Podría comenzar a describir la situación social por cualquier lugar público, pero he escogido la Terminal de Ómnibus, donde las personas pasan horas y horas esperando la posibilidad de salir del municipio; en particular las que necesitan viajar hacia la capital. Allí persisten las dificultades con las luminarias, la falta de climatización -por no contar con aires acondicionados-, una cafetería con pocas opciones y ¡para colmo! está cerrada a determinadas horas de la noche y la reabren por la mañana; con las consiguientes molestias a los que allí quedan, por no haber logrado el transporte que necesitan.
A un lado de la Terminal está ubicada la piquera de coches de tracción animal, un lugar sumamente antihigiénico por el cúmulo de estiércol de los caballos, con los que no se toman las medidas necesarias; y por tener en sus alrededores puestos de ventas de alimentos que se pueden contaminar.
Sin embargo, a pesar de que la dirección del municipio y de la provincia es consciente de esta situación, la Empresa de Servicios Comunales no ha reubicado en un nuevo lugar la piquera.
Todo parece indicar que el tema de los recursos está afectando las operaciones de esta empresa, ya que ha anunciado que en un aspecto tan crítico como son los viales, solo tendrá cantidades de asfalto caliente y frío para asfaltar de 17 a 21 cuadras, cifra que está muy por debajo de lo que se necesita en todo el pueblo; por lo que hay caminos vecinales que -aunque están en estado deplorable- no se asfaltaran sino que solo se arreglaran.
En lo referido a la actividad de comercio minorista, se habían propuesto la reparación completa de 26 Unidades; pero dado el limitado presupuesto –el cual se desconoce- se aprobaron 6. Las 20 restantes solo serán reparadas en sus fachadas, y se pintarán, según lo que establece el llamado “Plan Imagen”.
Si hay una situación bien compleja en la municipalidad es la vinculada a los acueductos y alcantarillados; ya que por no contar con los llamados roscones, el tema de los salideros se hace muy complejo. Esta pieza es muy importante para la solución del derroche de agua, dado que -al igual que en el resto del país- su suministro es racionado; en el centro del pueblo cada dos o tres días; en algunos lugares hasta siete días; y en las zonas altas ha habido hasta un mes sin alguna entrega.
También se ha informado que hay otras piezas y equipos para diferentes arreglos y/o averías que están en falta, por ser de importación.
La iluminación de las calles se ha convertido en un problema, debido a que las luminarias (bombillos) llamados cuellos de ganso no van a tener respuesta en su abastecimiento por el momento; y no hay posibilidades de incrementar el alumbrado público solo se realiza algún que otro mantenimiento del mismo.
Para redondear algunos de los problemas y no porque sea el menor, se podría añadir que este año no existen inversiones para el incremento del número de teléfonos fijos -particulares- en la comunidad.
Todas las dificultades aquí señaladas, que son un pequeño ejemplo de la situación social en la que se vive en nuestro pueblo, se tornan muy lejanas de resolver, por el complejo entorno en que se mueve la economía cubana y la falta de perspectivas para su desarrollo.
Manzanillo, 3 de mayo de 2016.