Durante el transcurso de esta semana, la población del municipio de San Antonio de los Baños, en la provincia de Artemisa, se ha visto afectada de manera muy seria con el abasto de agua. En la actualidad en esta localidad el servicio del líquido que se supone deba llegar a los hogares, es bastante malo, porque casi siempre es muy irregular y por espacios bastante breves de tiempo cuando hay suministro, pero hace más de siete días ha comenzado una ausencia total.
Después de los arreglos realizados por la Empresa de Acueducto y Alcantarillados en este municipio, en lugar de beneficiar y mejorar el servicio lo que ha hecho es el efecto contrario se ha puesto peor; no pocos han tenido necesidad de realizar por ellos mismos algún arreglo o cambio en la instalación que suministra agua a sus viviendas para poder obtener algún alivio.
En no pocas ocasiones cuando el servicio de agua se ha visto interrumpido de manera prolongada, se ha informado al público que ha sido por roturas en algún motor, de los que suministran agua a la localidad que por el tamaño de este pueblo son varios los que ejecutan este trabajo.
Pero esta vez las cosas se han pasado de todo límite, los pobladores están cargando agua en lo que pueden de algún lugar, aunque no sea cercano, como una finca donde tengan conocidos u otro sitio que por milagro haya agua y les permitan coger un poco.
Las condiciones actuales del acueducto municipal no son para nada las mejores o las mínimas necesarias que deberían existir. La poca higiene, el indebido tratamiento del agua, la falta de tapa en uno de los tanques y el cuidado y mantenimiento que se les debería dar a los motores que bombean el agua no son los adecuados, para poder mantener y garantizar un mejor servicio a la población; tan solo por mencionar algunas de las dificultades que hacen que el abasto de agua sea pésimo en la Villa del Humor.
Pero conjuntamente con la situación existente durante esta semana, han surgido los que quieren hacer negocios para tener un dinero de entrada extra, por lo difícil de la situación económica del país. Son los que manejan una pipa de agua y que por supuesto vienen a sacar provecho de la difícil situación.
Estos “comerciantes del momento” como conocen bien la necesidad que tienen las personas por la falta de agua, venden la pipa llena del líquido a ciento cincuenta pesos (moneda nacional) la más chiquita; y a doscientos cincuenta la grande.
El negocio consiste en llevar la pipa a la casa de quien la compra y llenan los tanques que el usuario quiera, aunque estén en los techos, y de esta forma pueden tener un poco de agua para resolver.
Así entre la despreocupación de los responsables del servicio de abasto de agua en San Antonio de los Baños, la negligencia de los jefes de transporte y los que tienen acceso a las pipas se deriva un negocio ilegal pero que en la situación de necesidad que tiene el pueblo, aunque sea corrupto y para algunos una estafa, porque no toma en consideración ningún sentimiento humanitario, se convierte en la solución de los que pasan días y días añorando el preciado líquido.
¡Todos podemos imaginar lo que significa vivir sin agua!
Artemisa, agosto de 2016.