Martes , 27 Junio 2017

Enferma de VIH: sin una casa digna donde cuidar de sus hijos.

Por más de 15 años, enferma con el VIH, Ana Delia Montero Couret, madre de 4 hijos, está alejada de su hijo menor Emmanuel, de 13 años de edad, quien hasta el momento no ha resultado portador del VIH, y vive en la actualidad con su tía materna, por que su madre Ana, carece de un hogar en condiciones para su crianza y educación.

Ana llevaba años deambulado y mal vivido en las calles y locales públicos de Pinar del Río, por no tener una casa para dar abrigo a sus hijos, como mujer y madre siente soledad y frustración de satisfacer los sentimientos maternos. Por todos estos años, después de haber contraído el virus, permanece cohibida y limitada por dicha enfermedad, algo que limita la convivencia con sus hijos, agregando a esto, que carece de un hogar con las mínimas condiciones indispensables para satisfacer los derechos de su familia.

Alega Ana, que desde el descubrimiento de su enfermedad tuvo que dar sus hijos a sus padres y ella separarse de su familia, madre y hermanos, por la falta de orientación, y los frecuentes ingresos por otras
enfermedades. Desde ese entonces añora tener un hogar digno para tener a sus hijos, al menos al menor, quien toda su educación y crianza ha corrido por su hermana Marianela, tía del niño.

Agrega que desde el año 2002, ha estado en espera de que representantes del gobierno Municipal y Provincial de Pinar del Río, cumplan con sus funciones y promesas realizada de darle una casa o construirla, teniendo en cuenta su situación social, ya que ella no puede trabajar debido a sus frecuentes ingresos por enfermedades respiratorias y el virus VIH. Debido a sus bajos y ingresos económicos, y no tener ni siquiera una ayuda monetaria por Seguridad Social, ella tiene que mal vivir con la caridad de vecinos y conocidos, que se solidarizar con su situación, y de una forma u otra, se interesan por que la misma tenga una alimentación adecuada.

Hoy Ana vive en un pequeño local que antiguamente eran oficinas de la Empresa de Semillas, las cuales habilitaron por la necesidad de viviendas, como casas, en la ave Borrego, Nave Semillas, Pinar del Río.

Este sitio fue prestado por un anciano quien de forma doliente y sensibilizado con ella, presto parte de su espacio sin la seguridad adecuada para habitarlo ni las condiciones higiénicas sanitarias para Ana, local que cuenta de forma incluida sala-cocina-comedor-cuarto y baño. Donde rodeada de matorral y una laguna de oxidación de los corrales de cochinos que allí crían los vecinos y pobladores, genera infecciones y propagación de enfermedades, además, las malas condiciones de la cubierta del local que permite que cuando llueve, se moje y humedezca el interior, atentan aun más contra su mal estado de salud.

Señala que es viuda, que su esposo falleció por estar infestado con el VIH, y que en la actualidad vive sola sin sostén ni ayuda económica monetaria, que los alimentos que el gobierno le da por la enfermedad
no satisfacen su nutrición, ni necesidades personales como aseo, y otras. Lleva años solicitando, casi rogando al gobierno y Dirección de Seguridad Social, ayuda por su situación, y estos han ignorado y hecho caso omiso, hace un tiempo le asignaron un terreno para la construcción de su vivienda, en el fondo del Politécnico de la Construcción Pedro Téllez, y por el que le exigen un pago de más de 2000 pesos, algo que nunca ha podido reunir, ya que lo poco que percibe en ocasiones vendiendo parte de sus alimentos, no le dan para la compra de sus medicamentos, causa por la cual se agudizan sus enfermedades colaterales como la insuficiencia respiratoria pulmonar que padece.


 

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