Manzanillo municipio de la provincia Granma, tiene un gran potencial agrícola, pero no obstante, al igual que en el resto del país existe un enorme desabastecimiento de los productos del agro, algunos sin que se piense es una exageración, la gente no se acuerda ni como son. Por poner un solo ejemplo, el plátano manzano, conocido en esta zona como “marteño”.
En los agromercados estatales dependientes de acopio, entre ellos los dos principales: “La Ford” ubicado en la calle Luz Caballero entre Calixto García y Doctor Codina; y “La Kaba” que radica en la calle Pedro Figueredo; se aprecia la ausencia de frutas, vegetales y viandas. En “La Ford”, solo ofertaban una variedad de plátano fruta, kimbombó y berenjenas, por cierto, no de muy buena calidad.
En otros puntos de venta como en los agros estatales a precios diferenciados, entre ellos: “La Constancia” en la esquina de la calle Martí; y “La Oriental” en la esquina de Doctor Codina; hay también pocos productos; solo algunos más que en las otras “placitas”, que es el nombre popular con el que la población designa estos establecimientos en la región oriental.
Otro tema difícil es el de la rebaja de los precios cuando transcurren los días para los productos que no se venden y se puede constatar que en ellos hay pérdida de calidad; a pesar de estar establecido que deben disminuirse los precios, los funcionarios responsables de estos menesteres hacen caso omiso a lo dispuesto; alegan que de hacerlo tendrían serias pérdidas monetarias; y como es natural, no hay quien inspeccione lo que está sucediendo y haga cumplir lo establecido, ¡total! esto va en detrimento de los bolsillos de los que acuden a estos sitios.
En Manzanillo -según las autoridades municipales- se tomarán algunas medidas administrativas, como crear cuatro puntos directos de compra de acopio que serán los responsables de recibir la mercancía que lleven los campesinos y el pago se realizará en efectivo; sobre este tema la empresa estatal ha tenido morosidad para realizarlo con prontitud.
Otro aspecto que tomarán en consideración para mejorar el abastecimiento es la ubicación de un transporte fijo para algunos de los agromercados; así como el aumento de los precios de compra a los productos de los agricultores.
Estas son las medidas con las que se pretende eliminar a los intermediarios a los que se responsabiliza por las irregularidades en el abastecimiento y además de ser causantes de los altos precios.
La realidad es que a pesar de las rebajas de precio en la agricultura, solo los cuentapropistas que responden al nombre de “carretilleros” mantienen diversidad y mucha mejor calidad en lo ofertado; pero a ellos no llega la reducción de precios y se siguen rigiendo por la oferta y la demanda por lo que continúan con altos precios; en muchos casos prohibitivos para ciertas capas sociales.
El intringulis de la cuestión de los productos agrícolas en Manzanillo está dado porque esta región solo aporta del total de productos agrícolas que se supone debe consumir la población –según cifras oficiales- entre un ocho y un diez porciento. Sin embargo mantiene tierras fértiles sin producir; falta de recursos; en particular maquinarias agrícolas y sistemas de riegos; una gran ineficiencia productiva que está sustentada en la falta de motivación del campesinado; corrupción administrativa sin quererse controlar, con los consiguientes desvíos de recursos y las ya tradicionales trabas burocráticas que entorpecen la agilidad del sistema de ventas. Si no se toman medidas rápidas, radicales y con proyección futurista a corto plazo, seguirán los agros vacíos, reinará la mala calidad en los productos, y por la insatisfacción permanente, los precios continuarán altos para los pobladores manzanilleros.
Manzanillo, agosto de 2016.