Una joven embarazada de apenas diecinueve años de edad, es confirmada como portadora del virus del Zika, según un diagnóstico emitido por el capitalino Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourì” (IPK).
La persona presuntamente contagiada responde al nombre de Beatriz Anache Anache, de diecinueve años de edad, con domicilio en el asentamiento poblacional “La Cuchara” del municipio Güira de Melena, provincia de Artemisa; la que llevaba un aproximado de dos meses internada en un hogar para mujeres embarazadas en esta sureña localidad.
La detección de la enfermedad sucedió mientras le realizaban a la paciente un examen de ultrasonido en el policlínico municipal, por presentar deterioro en su estado físico-anímico por varios días. Pero después del diagnóstico emitido, se ha creado una porfía entre galenos de las instituciones médicas que la asisten.
A pesar del hermetismo con que las autoridades de Salud Pública y la “nomenklatura” han manejado el asunto; se pudieron obtener algunos datos para esta noticia, gracias a la cooperación de la propia paciente y de otra embarazada, de nombre Yeraidis, que aún permanece internada en el referido hogar materno.
Esta fuente comentó que Beatriz, con 26 semanas de gestación, llevaba días sintiéndose decaída, con náuseas y dolores de cabeza; por lo que la ginecóloga que la atiende decidió realizarle exámenes el día 13 de diciembre del pasado año, detectándole anomalías en la gestación del bebé en una sección de ecografía, por lo que resuelven trasladarla hacia el Hospital Docente General “Iván Portuondo” del municipio San Antonio de los Baños.
Una vez en la institución hospitalaria, se le practican una serie de exámenes de sangre que fueron enviados hacia el IPK, quien ratifica el diagnóstico de infección de virus Zika, según un análisis en tiempo real.
Tuve acceso a la pequeña sala de Perinatología del Hospital donde permanece la joven Beatriz y por declaraciones de la propia paciente -que ratificó lo expuesto por su antigua compañera de cuarto- supe que a pesar de resultar positivo el resultado de los análisis realizados en el IPK, las autoridades de salud en el territorio, mantienen discrepancias al respecto, por lo que permanece a la espera de que se le realice la riesgosa prueba de la aguja (análisis del líquido amniótico que protege al feto) para establecer un diagnóstico definitivo.
Beatriz manifestó sentirse muy preocupada por esas contradicciones entre las dependencias médicas, aunque el obstetra le ha dicho que no hay riesgo en la gestación y se mantiene asintomática.
Se pudo conocer que algunas de las gestantes que se encontraban ingresadas en la casa materna, han tomado la decisión de solicitar el alta del lugar a petición propia, previendo resultar contagiadas por el virus. Las incongruencias de este caso, dan al traste con la credibilidad del gratuito, pero deficiente sistema de salud cubano, puesto que estamos ante un caso endémico, ya que la implicada aseguró no tiene vínculos ni contactos con extranjeros, por lo que resulta aún más preocupante.
Como es de esperar las autoridades locales tanto municipales como provinciales, no quieren manchar su record con la existencia de un caso de Zika, que por otro lado no se puede determinar cómo se contagió y mucho menos transmitirlo a los medios de prensa, a pesar de lo compleja de la situación para la joven mamá y su bebé; lo que se extiende a las otras gestantes que han estado y están con ella, pues permanece ingresada.
Artemisa, 24 de enero de 2017