En la ciudad de Camagüey, en específico en el Reparto El Jardín, barrio marginal que de flores solo tiene la alegoría del nombre; pasa un afluente del río Hatibonico, otrora cristalino que atrajo a los emprendedores pioneros en la construcción de la villa de Santa María del Puerto del Príncipe.
Hoy es un enorme vertedero en cuyas márgenes descansan en paz, restos de animales en descomposición, escombros, basura, y heces. Las aves de carroña y animales abandonados como perros y gatos deambulan las orillas en busca de un bocado. Pero también seres humanos -instados por la apremiante necesidad de sobrevivir a como dé lugar- se aventuran en estos focos al aire libre de enfermedades contagiosas, para hurgar en la basura, con la esperanza de reciclar algo, esperanza que muchas veces se ve recompensada con pomos que vender en materia prima; un cubo plástico que aunque roto se puede pegar con hierro caliente; un maletín viejo y sin zíper, pero que todavía tira un tiempito más; porque, es necesario que se sepa, amén de que la basura de unos es el tesoro de otros, en Cuba prácticamente nada es desechado porque no sirva, sino por falta de imaginación para reutilizarlo.
Pero lo más triste del caso es que las autoridades contemplen impávidas como toda una comunidad se expone a múltiples enfermedades, como el dengue, el paludismo, la fiebre amarilla, o la fiebre del Nilo Occidental, por citar algunas.
Es además insólito que en esa zona -tan concurrida- exista un puente en tan malas condiciones, prácticamente a punto de caerse. Este pasadero atraviesa el río, uniendo al Jardín con el reparto Floirant Quiroz y por él a diario pasan niños, ancianos, bicicletas, motores, entre otros. El peligro es evidente, pero las alternativas escasean, por lo que la población se resigna aunque su integridad física peligre.
Incontables han sido los planteamientos al Delegado, Gobierno y Partido de la localidad acerca de la situación del dichoso puente, pero todos han caído en el saco de la desidia gubernamental, por lo que cabría hacerse la siguiente pregunta: ¿No construye puentes ni sanea ríos el régimen caduco? La pregunta por supuesto es retórica, las imágenes del puente sin barandas ni seguridad alguna desde hace años y el río que es un lodo negro, responden por sí solas conn un significativo “NO”.
Camagüey, 12 de mayo de 2015.