Durante el recién concluido mes de abril, hemos podido verificar al menos 905 detenciones de pacíficos disidentes, por motivos puramente políticos, cifra muy alta pero que no refleja el creciente nivel de descontento popular debido a que cualquier manifestación individual o colectiva del mismo constituye un delito perseguible policial o penalmente toda vez que el gobierno de Cuba, que ha entrado ya en su año 56 ejerciendo el poder, continúa criminalizando el ejercicio de todos los derechos civiles y políticos y otros derechos fundamentales.
En el mes de referencia identificamos los casos de 90 disidentes agredidos físicamente por agentes policiales o parapoliciales y otros 104 que fueron víctimas de los llamados “actos de repudio” y otras formas de hostigamiento o acciones vandálicas generalmente contra los hogares de pacíficos opositores.
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