“El Estado protege, mediante la asistencia social, a los ancianos sin recurso ni amparo y a cualquier persona no apta para trabajar que carezca de familiares en condiciones de prestarle ayuda”; esto reza en uno de los artículos de la Constitución de la República. Pero no siempre lo que está escrito se cumple en Cuba, uno de los principales problemas que tiene el régimen es que no respeta sus propias leyes.
Si quisiéramos ver un ejemplo de incumplimiento de lo legislado, y además afirmar que se viola con impunidad, se puede visitar a la señora Gladys (Marta) Gálvez González, que tiene su domicilio en la calle 82ª #7909 entre 79 y 81, en el municipio artemiseño de Güira de Melena.
Esta señora es solo una muestra de los muchos casos de abandono y despreocupación social con este estrato. Ella padece de trastornos mentales, y tiene severas crisis de asma; pero sin temor a equivocarse se puede afirmar que vive en la total pobreza. En el domicilio de esta mujer de 66 años de edad, se pueda apreciar el deplorable estado de su vivienda, que está muy cerca de derrumbarse porque la estructura se ha ido reparando con parches, pero no soporta más. Sin embargo de lo que se queja Gladys es de sus padecimientos y de lo sola que está.
Cuca, que es el apodo por el que todos los vecinos la conocen, explicó que recibe una pensión de 200 pesos moneda nacional (cup) al mes y que esto no le alcanza para nada. Cuando llueve todo se le moja, los vecinos la llevan para sus casas, hasta que el agua pase y también son muchas las veces que moradores de la cuadra le llevan algo de comer, porque la mayoría del tiempo no tiene ni cómo alimentarse.
Ella está sin familia en este país, tuvo un hermano, que se fue a Estados Unidos de América cuando el Mariel y nunca más ha sabido de él. Nadie la visita, ninguna de las llamadas ONG (Organización no Gubernamental) del Estado, como la FMC (Federación de Mujeres Cubanas), o quizás la persona Delegada del Poder Popular, o algún trabajador social. Consideran cumplidos sus deberes porque le dan 8 cuc mensuales.
Es quizás que este sea el claro ejemplo de una sociedad socialista, donde constatar de la forma que vive esta mujer, te da el derecho a afirmar que el régimen es violador de los más elementales derechos humanos, irrespetuoso de sus propias leyes e injusto y cruel con el ser humano.
Artemisa, 28 de julio de 2015.