Martes , 27 Junio 2017

Angustias de una madre

Para Marelis Castillo Monell, de 28 años de edad que reside en el poblado de El Gabriel, perteneciente al municipio artemiseño de Güira de Melena, la vida se convierte en una angustia muy grande, al verse en total desprotección.

Tanto las autoridades de Salud Pública, como el Gobierno Municipal, a pesar de ser un caso social de los más críticos de la zona, por tener esta joven una hija con cáncer, no le han brindado la ayuda necesaria. La pequeña Yumila Lora Castillo, de ocho años de edad, está afectada por un tumor maligno en el tallo cerebral, que limita sus funciones motoras y en general su desempeño personal.

Ella tiene 3 hijas, y por la pequeña con cáncer no recibe ninguna pensión por parte del padre de la criatura.

Marelis explicó que cuando la visitaron los trabajadores sociales, para mostrar un supuesto interés por su situación familiar, les contó por lo que estaba pasando y ellos le dijeron que la atenderían. Lo único que hicieron fue entregarle alguna ropa reciclada y en su mayoría rota.

Persistió y volvió a verlos para canalizar una cama y un colchón que le ofrecieron por Bienestar Social, pero los responsables se le escondieron, una mujer que allí estaba fue la que le dio una explicación absurda; hoy sigue sin cama y con un colchón en pésimo estado.

También -relata- que en una ocasión le prometieron que darían ayuda alimentaria para la niña y  todo se quedó en una falsa promesa. Dijo –con gran tristeza-  de forma textual: “Imagínate que ni la dieta de carne y leche le han otorgado, todo ha sido engaño y una mentira”.

Hace varios meses solicitó un subsidio para arreglar la casita y al menos mejorar las condiciones de vida de los niños y ni eso pudo obtener, como excusa le dijeron,  que no podían autorizarlo porque  no era propietaria de la casa.

Esta madre, producto a la enfermedad de la pequeña Yumila, no puede trabajar porque debe estar pendiente de ella las 24 horas del día. Además –aclara- que aunque en el hospital donde atiende a la niña, le han dado un buen trato y atención, no puede estar agradecida del sistema, y en especial de los funcionarios de Salud Pública  municipales y provinciales.

Artemisa, 19 de febrero de 2015.


 

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