El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) manifiesta su preocupación sobre la situación de los inmigrantes cubanos que en este momento se encuentran en territorio colombiano, sobre quienes pesa la amenaza de deportación u otros tipos de presiones para que abandonen Colombia.
En los últimos meses diferentes informes y testimonios de los propios inmigrantes se han hecho eco de los abusos a los que han sido sometidos durante su travesía por las carreteras colombianas y por la selvas del Darién; algo que pareciera ha ocurrido ante la mirada indiferentes de las autoridades colombianas, quienes hoy siembran preocupación por “la solución” que le puedan dar al asunto.
El presidente Juan Manuel Santos y su canciller no deben presumir que las relaciones con el gobierno de la Isla de los cubanos que emigran son tan buenas como las que ellos poseen con La Habana; tampoco deben presumir de que la situación cubana sea la misma que aquella que le puede brindar Colombia, un estado de derecho, a los colombianos que regresan deportados por temas migratorios de otros países. No lo pueden presumir por razones que todo el mundo y ellos mismos saben.
Hace solamente unos días La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) realizó una advertencia a Ecuador, que nosotros entendemos tiene plena actualidad y que es lo mismo que reclamamos al estado colombiano:
“…que adopte todas las medidas que sean necesarias para garantizar el respeto de todos los derechos de las personas migrantes, en particular, su derecho a la libertad, la integridad personal, el debido proceso, la protección judicial, el derecho a solicitar y recibir asilo, el principio de no devolución y a la unidad familiar” (CIDH)
Hacemos un llamado a la sociedad civil colombiana, a la Iglesia Católica y a la comunidad internacional para que tomen cartas en el asunto y no permita que los inmigrantes cubanos sean doblemente víctimas de las violación de sus derechos humanos.