La falta de material gastable, acentuada desde hace unas semanas, ha provocado un marcado descenso en la efectividad y prontitud de un notorio número de operaciones quirúrgicas en el hospital provincial docente Vladimir Ilich Lenin, de la provincia de Holguín, y es además una fehaciente muestra de incompetencia que incluye la falta de responsabilidad de la Dirección de la institución; así como de la Dirección Municipal y Provincial del Ministerio de Salud Pública, ante el inmenso deber que tienen con el pueblo.
Uno de los materiales que está en falta y más afectaciones ha causado, es el esparadrapo, y se puede calificar como algo compleja esta ausencia, si se tiene en cuenta que estos servicios hospitalarios por cada guardia, entregaba entre 10 y 12 rollos de esparadrapo -dependiendo de su tamaño- y debido al desvío de este material por directivos y trabajadores, fue racionado a un rollo por servicio, existiendo además un fuerte control sobre este material, con un cúmulo de medidas que rozan lo ridículo.
El colmo de la desfachatez y de la inmoralidad de la Dirección del Hospital, estriba en que una cirujana del servicio de oncología (cuyo nombre no revelaremos para su protección) hace unas dos semanas, se dirigió a la “Candonga” ubicada justamente frente al hospital, donde compró dos rollos de esparadrapo para poder operar los casos que tenía asignado.
El problema no se circunscribe solo a este material, hay otros de mayor envergadura como son los “trocares”, que igual están ausentes, lo que genera un gran problema para los anestesiólogos, ya que uno de sus usos comunes es la inducción anestésica por las vías epidural y subaracnoidea y para facilitar la inducción de medicamentos por vía endovenosa; lo que ha propiciado, que de hasta 10 casos electivos que realizaban algunas especialidades, ahora sólo están siendo intervenidos quirúrgicamente 2 o 3 pacientes; otros se tratan en dependencia de la especialidad por mínimo acceso, por lo que comienza a crearse la llamada lista negra de pacientes con necesidad de operación.
El hospital Lenin de la provincia Holguín, ha roto el récord en suspensiones quirúrgicas en múltiples ocasiones, en su generalidad, por falta de: guantes quirúrgicos, iodopovidona, alcohol, agua, y otros materiales gastables; a lo que habría que añadir las filtraciones dentro de los quirófanos por fisuras en sus techos e incluso la rotura de los ascensores, que trae como consecuencia que estén fuera de servicio por más de 48 horas.
Por ejemplo, el mes pasado por rotura en los mecanismos de los ascensores solo funcionaba el de la cocina, provocando así, que muchos pacientes fueron transportados a sus salas o al salón de operaciones, por las escaleras, levantados en sus camillas o en sillas de ruedas, en dependencia de sus condiciones patológicas.
Lo triste de todo este maltrato e irrespeto al pueblo holguinero, como siempre, es que nunca los medios oficialistas toman cartas en el asunto como si no pasara nada, y no existe alguien dentro de la Dirección del Hospital, el Ministerio de Salud Pública o el Gobierno en cualquiera de sus instancias que por respeto, le dé una merecida explicación al pueblo, de las tantas barrabasadas ocurridas en este hospital.
Al no ser por aniversarios o por dar muestras de hechos que en muchos casos no tocan la realidad, el maquillaje exterior del Hospital ha sido mejorado; se han remodelado salas, se ha pintado el hospital y han colocado muchos ventiladores en cada cubículo. Lo que si no han resuelto y queda en dudas hasta pensar tan sólo en la posibilidad de su mejoramiento, es el maltrato por carencias e irrespeto institucional, que comienza a partir de los mismos trabajadores y profesionales y termina en el siempre reprimido pueblo cubano.
Holguín, 7 de junio de 2016