En la cárcel de Aguacate, ubicada en el municipio de Quivicán, provincia Mayabeque, se realizan torturas tanto físicas como psicológicas contra los reclusos. Un ejemplo es el caso del preso político y de conciencia Osvaldo Rodríguez Acosta quien en más de una ocasión ha sido víctima de torturas.
Osvaldo fue trasladado para la prisión de Aguacate el día 30 de julio del año 2013. Fue torturado ese mismo año el 22 de agosto, en la celda de castigo de esta prisión por el teniente Norge Biscet, quien ocupa cargo de jefe de Orden Interior.
Después fue torturado el 6 de noviembre de ese mismo año por el oficial Yovani, jefe de Grupo. Luego fue víctima de agresión física el 29 de enero del 2014 por parte del oficial Silva, y en fecha 21 de febrero de este año fue martirizado con métodos de torturas por parte del teniente Aroidi Lores Rodríguez, segundo jefe de Orden Interior.
Osvaldo Rodríguez, no solo ha sido víctima de torturas y maltratos físicos, sino que también ha sufrido suspensiones de visitas y decomisos de la correspondencia y se le ha privado de la atención médica especializada.
Él presentó en el año 2013 una denuncia ante la Fiscalía Militar de Mayabeque, contra los oficiales mencionados, pero a pesar de haber presentado certificados de lesiones y pruebas pertinentes, solo ha recibido por respuesta el silencio de dicha fiscalía.
En el año 2014 volvió a presentar denuncia ante esta Fiscalía pero los oficiales culpables de estos delitos permanecen impunes hasta el momento.
En fecha 19 de marzo de este año Osvaldo fue entrevistado por el Fiscal Militar capitán Alexander Silega Maine, quien le notificó que él personalmente se encontraba realizando las investigaciones de dichas denuncias, le comunicó además que se había iniciado el expediente de fase preparatoria No.38, donde se encontraban acusados los cuatro militares por abuso de cargo y por lesiones.
Quisiera hacer un llamado a todas las organizaciones defensoras de los derechos humanos del mundo, exigiendo al régimen de Cuba que se haga justicia y que los culpables sean castigados como corresponde en un Tribunal Militar y que termine esta impunidad con ellos.
Nota: La autora es una presa política sancionada a 5 años de correccional laboral sin internamiento, en la misma causa que su esposo Osvaldo Rodríguez Acosta (9 años de privación de libertad) y su hijo Osvaldo Rodríguez Castillo (7 años de privación de libertad)