El año más mortífero para los periodistas desde la primera publicación del balance anual de Reporteros sin Fronteras, en 1995
Leer el informe (PDF)
2012 en cifras
88 periodistas asesinados (+33 %)
879 periodistas detenidos/interpelados
1993 periodistas agredidos o amenazados
38 periodistas secuestrados
73 periodistas huyeron de su país
6 colaboradores de los medios de comunicación asesinados
47 netciudadanos y periodistas ciudadanos asesinados
144 blogueros y netciudadanos detenidos
193 periodistas encarcelados
(registrados hasta el 18 de diciembre de 2012)
El año 2012 fue particularmente mortífero, el número de periodistas que fueron asesinados en el ejercicio de su profesión se incrementó 33% respecto a 2011. Las zonas más afectadas fueron Oriente Medio y África del Norte (26 muertos), Asia (24 muertos) y África Subsahariana (21 muertos). Sólo el continente americano experimentó una baja –relativa– respecto al número de periodistas asesinados en el ámbito de su ejercicio profesional (15 muertos).
Desde 1995, el balance nunca había sido tan macabro. En estos últimos años el número de periodistas asesinados ascendió a: 67 en 2011, 58 en 2010 y 75 en 2009. En 2007 esta cifra conoció un pico histórico: 87 profesionales de los medios de comunicación fueron asesinados, uno menos que en 2012. Los 88 periodistas que perdieron la vida este año debido al ejercicio de su actividad profesional, fueron víctimas de la cobertura de conflictos armados o de atentados, fallecieron asesinados por grupos ligados al crimen organizado (mafia, narcotráfico, etc.), milicias islamistas o por orden de oficiales corruptos.
“El número históricamente elevado de periodistas asesinados en 2012 se atribuye principalmente al conflicto en Siria, al caos en Somalia y a la violencia de los talibanes en Paquistán. La impunidad de la que gozan los autores de las exacciones favorece que continúen las violaciones a los derechos humanos, en particular al derecho a la libertad de expresión”, declaró Christophe Deloire, Secretario General de Reporteros sin Fronteras.
Al mencionar los atentados perpetrados contra los ‘actores de la información’, se habla en el sentido amplio del término. Así, además de estos 88 periodistas asesinados, se considera a los periodistas ciudadanos y los netciudadanos, que también se vieron gravemente afectados (47 de ellos fueron asesinados en 2012; mientras que en 2011 fueron 5), en especial en Siria. Se trata de hombres y mujeres que ejercen la función de reporteros, fotógrafos o videoastas para documentar la situación cotidiana y la represión. Sin su labor, el régimen sirio podría imponer un silencio total sobre la información en ciertas regiones y continuar con la masacre a puerta cerrada.
Para establecer estas cifras, Reporteros sin Fronteras se basa en datos precisos, recabados a lo largo del año gracias a su labor de vigilancia de las violaciones a la libertad de expresión. En estas estadísticas sólo se incluye a los periodistas y netciudadanos que perdieron la vida en el ámbito de su trabajo informativo. Reporteros sin Fronteras no toma en cuenta a los periodistas o netciudadanos que fueron asesinados en el marco de actividades estrictamente políticas o militantes, en todo caso, que no tengan relación con la gestión informativa.
Existen otros casos sobre los cuales la organización aún no cuenta con los elementos necesarios para determinar su situación, y que siguen en investigación.
2011 | 2012 | Evolución | |
Periodistas asesinados | 66 | 88 | +33% |
Periodistas detenidos | 1044 | 879 | -16% |
Periodistas agredidos o amenazados | 1959 | 1993 | +2% |
Periodistas secuestrados | 71 | 38 | -46% |
Periodistas que huyeron de su país | 77 | 73 | -5% |
Netciudadanos y periodistas ciudadanos asesinados | 5 | 47 | +840% |
Netciudadanos detenidos/interpelados | 199 | 144 | -27% |
Los 5 países más mortíferos para los periodistas
Pese a la aprobación de la Resolución 1738 por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que recuerda a los Estados la necesidad de proteger a los reporteros que trabajan en zonas peligrosas, la violencia contra los periodistas continúa siendo una de las amenazas más grandes para la libertad de expresión. En primer lugar, los asesinatos.
Siria, cementerio de los actores de la información
En 2012 fueron asesinados al menos 17 periodistas ciudadanos, 44 periodistas y 4 colaboradores de los medios de comunicación
En Siria, la sangrienta represión emprendida por Bachar el-Assad azotó a los actores de la información, testigos molestos de las exacciones cometidas por un régimen acorralado. En paralelo, los periodistas también fueron agredidos por ciertos grupos armados que se oponían al régimen, cada vez más intolerantes a las críticas y prontos a tachar de espías a los profesionales de la información que no difundían sus discursos. La polarización de la información, la propaganda, los intentos de manipulación, la violencia extrema a la que se enfrentan los periodistas y los periodistas ciudadanos, los obstáculos técnicos registrados, hacen de la labor de recabar y difundir información en este país, un verdadero sacrificio.
Un año negro para Somalia
18 periodistas fueron asesinados en este país del Cuerno de África en 2012
Los periodistas que perdieron la vida en Somalia en 2012 fueron dos veces más respecto a 2009, que había sido hasta entonces el año más mortífero del país. La segunda quincena del mes de septiembre fue particularmente sangrienta: siete periodistas fueron asesinados, dos de ellos en menos de 24 horas; uno fue decapitado, el otro, acribillado a balazos. ¿Los “clásicos”? Asesinatos planificados y atentados con bombas. Los periodistas fueron víctimas de las milicias armadas, los shebab, pero también de los gobiernos locales que intentaban acallar a los medios de comunicación.
Les periodistas somalíes trabajan en condiciones espantosas, tanto en la capital, Mogadiscio, como en las otras regiones del país. La falta de un gobierno estable desde hace más de 20 años en este Estado fallido, donde la violencia se ha arraigado y la impunidad es la regla, ha nutrido este macabro recuento.
Paquistán, un periodista asesinado al mes
9 periodistas y un colaborador de los medios de comunicación fueron asesinados: entre la violencia endémica de Beluchistán y las represalias de los talibanes, un terreno minado para los reporteros
Por segundo año consecutivo se registraron nueve muertos en Paquistán, es decir, prácticamente un periodista por mes desde febrero de 2010. De 2009 a 2011 éste fue el país más mortífero para la prensa y Beluchistán continúa siendo una de las regiones más peligrosas del mundo. Con sus zonas tribales, su frontera con Afganistán, sus tensiones con India, su caótica historia política, Paquistán es una de las regiones más complicadas de cubrir. Amenazas terroristas, violencia policíaca, poder sin freno de los potentados locales, peligros inherentes a los conflictos en las zonas tribales, tantos escollos a menudo mortales en el camino de los periodistas.
México, los periodistas en el punto de mira del crimen organizado
6 periodistas asesinados
La violencia –exponencial en seis años de ofensiva federal contra los cárteles– se cierne sobre los periodistas que se atreven a tratar temas relacionados con el narcotráfico, la corrupción, la infiltración de la mafia entre las autoridades locales o federales, y las violaciones a los derechos humanos atribuidas a estas mismas autoridades.
Brasil: detrás del escenario
5 periodistas asesinados
En Brasil la mano del narcotráfico en la frontera con Paraguay aparece claramente como la causa de los cinco asesinatos de periodistas registrados, relacionados directamente con el ejercicio de su profesión. Tres de los periodistas que perdieron la vida habían denunciado la influencia de los cárteles en los sectores políticos y económicos locales; otros dos eran periodistas-blogueros, que en general corren importantes riesgos cuando denuncian la implicación de una autoridad o un caso de corrupción.
Las 5 prisiones más grandes del mundo para los periodistas
Número récord de periodistas encarcelados; Turquía a la cabeza
Nunca había habido tantos periodistas encerrados en las cárceles: al menos 193 se encuentran detenidos por su actividad profesional. A ellos se suman unos 130 netciudadanos que desempeñaban labores informativas.
Turquía, la prisión más grande del mundo para los periodistas
Al menos 42 periodistas y 4 colaboradores de los medios de comunicación se encuentran encarcelados debido a su actividad profesional
El número de periodistas encarcelados alcanzó un nivel inédito desde el fin del régimen militar. Las tímidas reformas legislativas no han disminuido mucho el ritmo de los arrestos, registros y procesos legales que padecen los profesionales de los medios de comunicación, con gran frecuencia en nombre de la “lucha contra el terrorismo”. Apoyada en leyes represivas, la práctica judicial continúa ampliamente concentrada en la seguridad, respeta poco la libertad de expresión y el derecho a un proceso justo. Esta situación contribuye a propagar un nuevo clima de intimidación en un paisaje mediático que por el momento sigue siendo vivaz y pluralista.
Reporteros sin Fronteras concluyó recientemente una serie de investigaciones, que llevó a cabo durante varios meses, sobre los periodistas encarcelados en Turquía. La organización logró comprobar que, de entre 72 periodistas encarcelados, al menos en 42 casos su detención estaba relacionada con la actividad de recabar y difundir información. Numerosos casos permanecen en investigación.
No hay progreso en China
30 periodistas y 69 netciudadanos encarcelados
El número de periodistas encarcelados en China conserva un nivel estable desde hace años. Existe una centena de prisioneros; la mayoría de ellos fueron condenados a purgar largas penas de prisión por “subversión” y “difusión de secretos de Estado”. Los periodistas detenidos viven en condiciones difíciles. Las autoridades locales, muy susceptibles a la mala publicidad que pueden provocar reportajes sobre la corrupción o el nepotismo, siguen arrestando a periodistas. Por su parte, la policía política concentra sus esfuerzos en controlar a los activistas que defienden la libertad de expresión y a los microblogueros, cada vez más creativos para evadir la censura.
Eritrea, un infierno carcelario
Por lo menos 28 periodistas encarcelados
El país, la prisión más grande de África para los colaboradores de los medios de comunicación, fue aislado del mundo tras las grandes redadas de septiembre de 2001, acompañadas de la suspensión de la prensa privada. Ninguno de los 28 periodistas que actualmente se encuentran encarcelados tuvo derecho a un proceso, ni acceso a un abogado; son raros los que aún pueden recibir la visita de su familia. Mantenimiento en aislamiento, celdas subterráneas, tortura: las condiciones de detención son terribles. Al menos siete periodistas han muerto en prisión, en secreto, o se han suicidado en medio de la indiferencia y el olvido. Entre las últimas dictaduras totalitarias del planeta, Eritrea, que se encuentra en el último lugar en la clasificación de la libertad de la información, deja morir a fuego lento a hombres y mujeres que trabajan para medios de comunicación que sospecha atentan contra la seguridad nacional o que simplemente tienen una visión crítica respecto a la política gubernamental.
La cruel intolerancia de la República de los mulás de Irán
26 periodistas y 17 netciudadanos encarcelados
En 2009 la situación de la libertad de prensa se deterioró considerablemente con la represión del movimiento de protesta que siguió a la polémica reelección de Mahmud Ahmadineyad como presidente. Desde entonces, regularmente el poder envía tras las rejas a los actores de la información que considera cruzaron la línea roja. El estado de salud de algunos prisioneros es muy preocupante. Los detenidos enfrentan una doble pena: son privados de la libertad y con frecuencia sus allegados son objeto de amenazas, intimidaciones y represalias si se atreven a hablar a la prensa. Es también el caso de los que son liberados, quienes son amenazados y a menudo se les priva del derecho de trabajar ejerciendo presiones sobre los medios de comunicación que los emplean.
En las cárceles sirias
Al menos 21 periodistas y 18 netciudadanos y periodistas ciudadanos aún se encuentran encarcelados
La represión en Siria se traduce en la muerte de periodistas y de profesionales de la información. Los arrestos, si bien han disminuido en comparación con 2011, siguen siendo comunes. El número de periodistas y de netciudadanos encarcelados hoy en día continúa siendo muy elevado, lo que ubica al país entre las cinco prisiones más grandes del mundo para los actores de la información. La práctica de la tortura es sistemática, las autoridades no retroceden ante nada para obtener información de sus prisioneros e intentar desmantelar las redes de sus opositores.
Relativa disminución de los arrestos y secuestros de periodistas
Salvo en Asia y en América, donde las exacciones aumentan, los casos de arrestos y secuestros experimentaron una baja relativa respecto a 2011. El año pasado, los actores de la información fueron agredidos con frecuencia en la vía pública cuando cubrían manifestaciones y movimientos de protesta.
Este peligro “de la calle” está lejos de haber desaparecido, en especial en Siria (donde se registraron al menos 51 arrestos, 30 agresiones y 13 secuestros de periodistas en 2012) y, en menor medida, en Bahréin (18 arrestos e interpelaciones y 36 agresiones). Es muy complicado enumerar de manera precisa la cantidad de arrestos de los actores de la información en medio de redadas o detenciones dirigidas a la población civil. Por otra parte, en Siria es muy difícil tener acceso a la información y su verificación. Evidentemente, las cifras de Siria que se presentan se encuentran por debajo de las reales. En Libia (7 arrestos en 2012, frente a 28 en 2011) y en Egipto (33 arrestos y 63 agresiones en 2012, frente a 116 arrestos y 104 agresiones en 2011) los arrestos y agresiones disminuyeron considerablemente tras la caída de Muamar el Gadafi y Hosni Mubarak. En cambio en Túnez el número de agresiones y amenazas aumentó fuertemente en 2012; el año 2011 estuvo marcado por un episodio revolucionario relativamente corto y poco represivo, en comparación con los de otros países de la región que vivieron rebeliones populares. En el sultanato de Omán, las autoridades arrestaron a una treintena de blogueros para intentar poner fin a los movimientos de protesta que hacían eco de otras rebeliones registradas en el mundo árabe.
En lo que respecta al continente americano, en Cuba, la represión contra blogueros y periodistas disidentes volvió a intensificarse desde el año 2011. Perú conserva el triste récord de agresiones anuales, que en cada ocasión ascienden a cerca de una centena. Los aumentos más notables se registran en Argentina, Brasil y México. En el primer país, esta situación se atribuye a la creciente polarización; en el segundo, a un tenso y violento contexto electoral, y en el tercero, a los disturbios políticos generados tras las elecciones del 1 de julio –situación a la que se suma una violencia global aún alarmante–.Colombia es el único país que registra una baja en lo que concierne a las agresiones. Sin embargo, el país no deja de ser uno de los más violentos del continente para los periodistas, junto con Honduras y México.
Por otra parte, las exacciones aumentaron en Asia, en especial en India, Bangladesh, Paquistán y Nepal. Con un golpe de Estado que no se llama por su nombre en las Maldivas y con una prensa acallada en Sri Lanka, el subcontinente indio es la región de Asia que registró la degradación más fuerte en 2012. El Congreso del Partido Comunista chino estuvo marcado por una recrudescencia de los arrestos, las agresiones y los actos de censura. Numerosos medios de comunicación intentan emanciparse del control del Departamento de Propaganda y de las autoridades locales, pero el Partido Comunista no abandona este sector “estratégico” y reinventa la censura.
En el continente africano, el año 2012 estuvo marcado por la aparición de violaciones en Malí, en particular en el norte, pero también en la capital, Bamako (13 arrestos/interpelaciones, 8 agresiones/amenazas, 2 secuestros y al menos 4 medios de comunicación censurados). Las exacciones y los casos de censura viven un aumento constante en Nigeria, la República Democrática del Congo, Sudán y Somalia. Se registró una relativa calma en países como Uganda, Malawi y Angola, afectados en 2011 por la represión de manifestaciones y de movimientos de protesta.
Un escenario que también se presenta en Bielorrusia, donde el número de interpelaciones “cayó” a 31, un nivel aún muy preocupante, pero más ‘usual’, tras un año 2011 marcado por movimientos de protesta inéditos que fueron reprimidos de forma violenta. Las agresiones, alentadas por la impunidad, continúan aumentando en Ucrania, alcanzando un nivel realmente anormal en un país que no enfrenta problemas de seguridad particulares. El número de arrestos y de interpelaciones se duplicó en Turquía, efecto colateral de una tensión sobre la cuestión kurda, que de nuevo cobra fuerza.
La violencia endémica explica que siga siendo elevado el número de periodistas que se ven obligados a huir de sus países (73 en 2012; 77 en 2011). Víctimas de la terrible represión orquestada por Damasco, en 2012 los actores de la información sirios arrebataron a sus colegas iraníes el primer lugar del podio en lo que respecta a periodistas que optaron por el exilio. En Somalia, tan sólo en el mes de septiembre, más de una decena de periodistas emprendió el camino del exilio.