Oriol Leiva Matos, de 15 años de edad y vecino de calle Águila No.838 entre Corrales y Gloria, en la Habana Vieja, cayó de la azotea impactándose con un tanque de petróleo de la panadería colindante a su edificio, aproximadamente a diez metros de altura. Fue conducido –urgentemente- al Hospital Pediátrico de Centro Habana, donde lo asistieron rápidamente con radiografías y hubo que intervenirlo quirúrgicamente por tres fracturas en la mandíbula; y se mantuvo ingresado por siete días bajo observación médica.
El accidente fue debido a la captura de palomas en los edificios, algo a lo que se dedican algunos jóvenes en este municipio, para después venderlas.
Su madre Mayi Matos, cuando hace la historia, da gracias a Dios, porque aunque el joven tiene que hacer un seguimiento médico de un año, no tuvo otras consecuencias y como se dice en el lenguaje popular: Volvió a nacer.
La Habana, 21 de setiembre de 2013.