Casi a la salida del municipio de San Antonio de los Baños, en la provincia de Artemisa, cuando se transita por la calle 41, está ubicada la línea del tren que sirve para el recorrido desde esta localidad hasta Tulipán, en la capital. Allí existe un pequeño túnel que atraviesa por debajo de la línea, al parecer algo que se hizo para dar paso a las aguas.
Lo curioso de esto, para todos los que circulan por el lugar, es que el túnel en cuestión se ha convertido en una vivienda que es posible que tenga hasta un portal. Alguien que no tenía donde vivir ha hecho de este hueco de piedras, con forma redondeada en la parte superior, un sitio para pernoctar.
En la entrada del túnel se ven puestos unos palos de manera vertical y horizontal, como si fueran la base de un pequeño portal que va a tener la increíble vivienda, aunque todo está en medio de un gran herbazal y desperdicios sólidos de todo tipo, lo que aumenta el peligro de residir allí, no solo por el hecho de ser una cueva, pero también por la falta de higiene que rodea la zona.
Se puede constatar que existe una especie de camino, que se supone le deba de servir de salida hacia la calle a quien está viviendo allí.
En la parte de afuera hay amontonados sacos y cubos que sugieren contener materia prima reciclable, latas vacías de refresco, algo a lo que se dedican algunas personas en estos momentos en el país, pues el Estado las compra.
Tal situación no es más que una triste muestra de lo mal que anda en nuestro país el problema de la vivienda, de lo desesperadas que se ven muchas personas por no tener un lugar para residir y están obligados a hacer cualquier cosa; pasando por encima de todo tipo de peligros y de riesgos por tal de tener un techo donde poder dormir.
Quien está utilizando como vivienda este pequeño túnel en San Antonio de los Baños no ha tenido en cuenta que está poniendo en riesgo su vida y salud; pues incluso por frente a la entrada se ve un estrecho desagüe de aguas negras que pasa por allí entre la espesa hierba que está en los alrededores.
Resulta inconcebible que una persona sea capaz de vivir en un túnel, en un país donde han transcurrido 57 años en los que solo se habla de justicia social, tiene que haber llegado a un alto grado de enajenación que le permita hacer semejante cosa. No obstante, de esta situación no hay reportes de prensa, solo de lo que sucede en los Estados Unidos de América con los “homeless”, personas sin hogar, es objeto de noticia en cualquier espacio televisivo.
Artemisa, julio de 2016