Para buena parte de las personas que abordan el P12 en el llamado Parque del Curita en la capital, se ha hecho habitual que después de tres paradas, el ómnibus atestado de pasajeros se detenga y transcurridos algunos minutos el chofer les diga sin ninguna solemnidad y cara de pocos amigos: “Aquí termina el viaje, la guagua se rompió”. Esto ... Leer Más »