Martes , 27 Junio 2017

Sin agua, ni alternativas

Más de dos años llevan los moradores de Güira de Melena soportando la falta de agua y de respeto a la población mostrada por las autoridades gubernamentales y partidistas de ese sureño municipio de la provincia de Artemisa.

Desde finales del 2014, están siendo afectados por períodos de hasta quince días consecutivos, entre otras cosas por roturas ocurridas en su base de acueducto, sin que las autoridades municipales destinen el servicio de pipas para abastecer a las desesperadas familias.

A finales de enero del año en curso, el motor que bombea el agua desde el acueducto hacia las distintas áreas de la demarcación, dejó de funcionar por una supuesta rotura -según se informó en esa ocasión-  se había averiado por quemadura en el enrollado eléctrico.  Este tipo de daño es bastante frecuente que suceda en el municipio, y como es natural afecta el servicio, tan indispensable para el ser humano.

A raíz de esta información, las autoridades del municipio difundieron por el canal local de televisión “Güira TV”, que la población del municipio sería asistida mediante pipas de agua, ya que tenían previsto un plan de contingencia para estos casos y que estarían solo unos pocos días de afectación, hasta la reposición del motor para la normalización del servicio.

Han transcurrido más de 15 días después de esta comunicación y los pobladores no han recibido ningún servicio por pipas, según lo prometido por los “abnegados dirigentes” que trabajan para el pueblo. Los vecinos con más recursos económicos optan por pagar 10 CUC (250 pesos nacionales) por el servicio de un camión cisterna privado; los demás se ven obligados a deambular con cubos y envases por las calles para obtener el preciado líquido.

Debido a esta situación, muchos niños y adolescentes han dejado de asistir a clases por no tener uniformes limpios; los Círculos Infantiles no reciben a los párvulos y lactantes por la falta de higiene en sus instalaciones; obligando con ello a que algunas madres dejen de trabajar para cuidar de sus hijos. Algunos jóvenes e incluso niños utilizan pequeños cubos y envases y se colocan de rodillas en cualquier sitio que haya una manguera para intentar llenarlos del líquido.

Como es natural, y a algo que ya se acostumbra la sociedad en este país, es que los más beneficiados en esta caótica realidad son los dirigentes “revolucionarios” municipales, que gozan del privilegio de ser abastecidos en sus domicilios particulares. Por ejemplo, la directora de los Servicios Comunales del Poder Popular, de nombre María Josefa Rodríguez, estacionó una pipa de agua estatal, frente a su domicilio en la calle 96, #8904 interior, entre 89 y 91, y esperó a que anocheciera para descargarla en su vivienda, negándole con su actuar deshonesto el agua a sus propios vecinos.

No se avizora una solución, tampoco se le informa al pueblo y los residentes del municipio continúan a la espera de las “prometidas pipas” y además demandan que no sean solo los de la nomenklatura los que gocen de tales privilegios, porque nadie es ciego y todos conocen lo que es la corrupción.

Artemisa, 14 de febrero de 2017


 

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