Martes , 27 Junio 2017

¿Por qué la Unión Patriótica de Cuba continúa apoyando la visita de Obama?

Doy gracias a todas las personas que mediante una protesta en la calle, un artículo, un twit o una llamada telefónica se preocuparon de mi detención. No cabe duda que sin la solidaridad de dentro y fuera de la Isla, de aquellas personas que sueñan con su libertad, todos los que desde aquí luchamos por ella, estaríamos en situaciones mucho más difíciles.

El jueves 17 de marzo, fui deportado luego de tres días detenido, desde la unidad policial conocida como el VIVAC, situada en el reparto calabazal en Ciudad de La Habana, hasta la tercera unidad de la policía en Santiago de Cuba donde minutos después fui liberado.

Al ponerme al día sobre todo lo comentado acerca de mi detención noté que de una buena parte rezumaba una pregunta ¿Cómo puede estar la Unión Patriótica de Cuba de acuerdo con la visita de Obama, cuando un día después de mi reunión con su asesor Ben Rhodes, fui arrestado en La Habana? Pese a que mis hermanos de lucha dieron claras respuestas sobre la coherencia de nuestra posición, creo justo y necesario expresar mis argumentos.

Para hacer un análisis pragmático voy a despojarme por un momento de todos los sentimientos que siempre llevo en el corazón. Esos que me conmueven cuando pienso en los cubanos muertos y torturados en la lucha contra Batista, en los fusilados por el ejército rebelde al llegar al poder, en las victimas de confiscaciones y todos los que fueron obligados a exiliarse al ver como su país era devorado por el comunismo, en las victimas del crimen del avión de Barbados, en todos los opositores pacíficos que han sufrido y sufren prisión, en los que han muerto, en la represión de todos los días contra los disidentes, en mi hermano que con 16 años de edad sufrió una brutal paliza junto a otros jóvenes de la organización por disentir públicamente del régimen y también cuando pienso en mí mismo, en lo que he sufrido y aun sufriré.

Desde el 17 de diciembre de 2014 nuestra organización valoró de positivo el cambio de política del gobierno de EE.UU hacia el régimen que impera en Cuba, siempre y cuando se mantuviese la solidaridad hacia los pacíficos defensores de los derechos humanos.

Expresamos que la democratización de nuestro país depende de los cubanos y no de ningún gobierno extranjero, aunque es muy importante su solidaridad.
También que el restablecimiento de relaciones a corto plazo podría ayudar al régimen pero que a largo plazo ayudaría a catalizar la construcción de la democracia en la Isla.

Al cabo de más de un año seguimos creyendo lo mismo. No vemos justo que se enjuicie a la política de acercamiento por los resultados obtenidos hasta ahora, si bajo la anterior política se cometieron crímenes mayores contra el pueblo y la oposición por varias décadas.

Nunca creímos que el gobierno de Obama tenía una fórmula mágica para traer democracia y prosperidad a Cuba en 1 o 2 años, pero si vimos un mejor panorama para desarrollar nuestra lucha, como consecuencia directa o indirecta de su política.

En primer lugar comenzó a desaparecer el discurso de plaza sitiada que durante tanto tiempo usó el régimen Castrista para justificar a ojos del pueblo y en el extranjero la represión contra la disidencia.
Muchas personas en el mundo se enteraron que en Cuba hay oposición pacífica y presos políticos que luchan por el respeto a los DD.HH y en consecuencia han actuado.

Con la falta de efectos positivos sobre el nivel de vida de la población que ha tenido hasta ahora esta nueva política el pueblo ha ubicado con mayor precisión que el principal bloqueo para su desarrollo es el propio Estado Cubano. Sin las medidas de flexibilización que ha venido implementando la administración norteamericana, no se hubiese expuesto con tanta claridad cuál es la raíz del problema. Aun así, es tal la popularidad del jefe de la Casa Blanca entre nuestro pueblo, que el solo anuncio de su visita ha generado esperanzas.

A lo largo de medio siglo muchos presidentes de varias naciones del mundo se han reunido con el régimen de La Habana. En términos de legitimación, eso no influye en mejorar la percepción que tiene el pueblo del Estado que encabeza Raul Castro. El artículo publicado por el periódico Granma, que expresa lo contrario, es precisamente una reacción a lo que podemos escuchar en cualquier sitio en Cuba “tanto hablar de los gobernantes estadounidenses y ahora los van a recibir y rendirles pleitesías”.

Está confirmado que habrá una reunión con miembros de la oposición pacífica, gesto que interpretamos como legitimación de nuestra lucha. Es casi seguro que los medios nacionales no cubrirán este encuentro. Sobre lo que el presidente Obama va a decir en su discurso solo podemos especular, esperamos este a la altura de la gran nación que el representa, pero otra vez a nosotros los cubanos corresponde la mayor responsabilidad de trabajar por la democratización de Cuba. Obama puede dar el mejor discurso del mundo en aras de la libertad y la democracia, pero si nosotros no le explicamos al pueblo, si no le damos información sobre nuestro encuentro, si no traducimos y divulgamos su mensaje, entonces poco se habrá logrado.

La Unión Patriótica de Cuba, luego de la visita, repartirá miles de impresos y discos con información de lo que acontezca del 20 al 22 de este mes relacionado a la sociedad civil independiente. Creemos que la visita del presidente de la hermana nación de los Estados Unidos nos ayudará a animar y orientar al pueblo para construir una Cuba prospera y democrática.


 

Scroll To Top