Manuel Cuesta Morúa afirmó que Cuba está cambiando pero no para avanzar hacia la democracia, sino como “una especie de mutación social”.
El opositor cubano Manuel Cuesta Morúa, portavoz del Arco Progresista de Cuba, apostó hoy por una “estrategia común” de la oposición para producir un cambio político en la isla y denunció la represión que el Gobierno ejerce sobre la iniciativa privada en la economía.
Cuesta Morúa, que se encuentra ve visita en España, afirmó en rueda de prensa que “Cuba está cambiando, es un hecho real”, “pero no como resultado de una estrategia ciudadana para ir hacia la democracia”, sino como “una mutación social”. “La gente -dijo este líder socialdemócrata cubano- ha ido buscando sus propios caminos para enfrentar la difícil realidad que hemos vivido en más de cincuenta años”.Según este opositor cubano, el Gobierno “no tiene un proyecto país para resolver los gravísimos problemas acumulados y la realidad del día a día de los cubanos”. “Su misión es conservar el poder”, concluyó. Ante esta situación, la estrategia de la sociedad civil es “conectar a los ciudadanos con una nueva estrategia de consenso, con el fin de buscar “una nueva asamblea constituyente”.
Denunció el fracaso de las reformas económicas que intentó hacer el Ejecutivo en 2008 y afirmó que en la isla se asiste a una “profunda fragmentación social”, y se dan muestras de “racismo, pobreza y pobreza extrema”. Dijo que el gobierno de Raúl Castro ejerce una represión sobre las iniciativas privadas, a través de “impuestos”, “falta de estímulos” o la “represión directa”, porque “no le interesa que se genere una clase media”.
Sin embargo, afirmó que “la única coherencia para un proyecto país en Cuba es una apertura política que acompañe a una apertura económica”. Como ejemplo del fracaso de la economía cubana, dijo que las remesas que llegan al país de los cubanos en el exterior alcanzan 5.100 millones de dólares, frente a 4.100 millones que aporta el turismo, la venta de medicamentos y el azúcar. “Dependemos más de lo que proveen las familias que de la producción cubana”, subrayó.
Según este opositor, las reformas que anuncia el Gobierno de Castro como la supresión de la doble moneda, se debe a la presión de los posibles inversores extranjeros, que exigen mejoras para desarrollar sus proyectos en la isla. Respecto a la reforma migratoria que permite la salida de cubanos, Costa Morúa afirmó que es “un daño colateral” que tuvo que aceptar ante la petición de algunos “socios” de Cuba, que le pedían “gestos” para apoyarles en la comunidad internacional.
También se mostró partidario de levantar el embargo de EE.UU. a Cuba, que “no ayuda a la sociedad ni a la democratización del país” y provoca “la mejor coartada” para el Gobierno, “el nacionalismo”. Preguntado por el posible asesinato del opositor Oswaldo Payá, afirmó que “no se suma a esa tesis”, “no creo que haya evidencias claras que apunten a un plan del Estado para asesinar a Oswaldo Payá”, muerto tras un accidente de tráfico el pasado año en la isla.
Dijo además que creía que su muerte responde “a la incapacidad, a la falta de profesionalidad que los servicios de inteligencia cubanos, que venían siguiéndolo y no fueron capaces de controlar el acoso al que estaba sometido”.