Cuando el entonces presidente del país “ Fidel Castro”, inventó lo que dio por llamar “Revolución energética”; creó un ejército de jóvenes desempleados, que vagaban por las calles de toda Cuba, y que a corto plazo constituyeron una seria amenaza a sus intereses personales: surgieron los famosos trabajadores sociales, que respondían directamente al dictador, que al parecer había perdido la confianza en sus ministros.
Las misiones encomendadas a esos jóvenes fueron varias, pero todos recuerdan que entre ellas destruyeron los otrora Servicentros de combustible, que pasaron a ser centros recaudadores de divisas. También fue famosa la sustitución de los bombillos incandescentes por los ahorradores; pero lo que aún tiene sus consecuencias fue la devaluación de los equipos electrodomésticos de fabricación americana y soviética, donde se incluían refrigeradores, aires acondicionados, etc., los que había que entregar sin valor alguno al régimen, para que los dictadores le venderieran otros de procedencia china.
Estas operaciones se realizaban masivamente y sin ningún control, trayendo consigo el robo de equipos, corrupción en la nomenclatura gubernamental, elevados despidos laborales de trabajadores, entre otros.
Los muchachos que Castro reclutó, que eran miles entre los jóvenes de todas partes del país, comenzaron a vender equipos electrodomésticos y muchos de ellos se lanzaron al mar en balsas en busca del sueño americano con el dinero de esas ventas, atrás quedó el pueblo, con una deuda para pagar a plazos, por unos artículos de pésima calidad, que pronto comenzaron a romperse sin encontrar solución, ni repuestos .
Al cabo de diez años de estos sucesos, existen muchas familias que siguen hipotecadas con el banco al no tener como pagar las mensualidades fijadas, este es el caso de la joven Yuleidis López González, quien recibió una citación del Banco del municipio Güira de Melena avisándole de que su caso fue trasladado a la Fiscalía Municipal para ser procesado penalmente.
Yuleidis comentó que se personó en dicha sucursal bancaria y fue atendida por el gerente comercial de apellido Lazo Mora. Ella le manifestó al funcionario de los impedimentos que le ponen en este país para encontrar empleo, ya que por ser una persona que disiente del régimen se lo niegan.
Ella plantea que realiza trabajos ocasionales, para poder alimentar a sus dos hijas. Ahora esta joven está en espera de un proceso judicial, por no poder pagar unos artículos que ni siquiera ya tiene, dada su mala calidad.
Al igual que muchas otras persona ella ha sido víctima de los constantes caprichos en que el mayor de los Castros sumió al pueblo de Cuba en su constante manera de tenerlo entretenido. Deberían condonarle esa deuda, al igual que a todo el pueblo de Cuba.
Artemisa, 19 de mayo de 2015.