Las autoridades reprimen a los menores que juegan en las calles y en estos meses de verano más, pues las escuelas se encuentran de receso docente y los niños de vacaciones, pero ¿dónde van a jugar? En vez de amenazarlos, el gobierno necesita preocuparse y priorizar las condiciones que tienen los parques en que supuestamente deberían jugar y pasar sus horas libres.
Cualquier lugar de recreo infantil se encuentra en pésimas condiciones, sus aceras agrietadas, sus aparatos de juegos rotos, inundados de agua sus terrenos, y los árboles que brindaban sombra y albergaban pájaros y otras especies han sido talados. Las empresas encargadas de la reparación, restauración y pintura a las que se les asigna un presupuesto anual, refieren que ya han sido agotados todos los recursos y deben esperar el próximo año o el siguiente.
La demanda y los problemas de la comunidad, se hacen infinitos y llenan una lista sin fin, que no se resuelve nunca; mientras tanto los infantes continuarán jugando en las calles, la policía los reprimirá y los parques seguirán sin arreglar.
La Habana, 24 de agosto de 2013.