De buenas intenciones está poblado el infierno, esta frase se materializa en torno a la señora Yolanda Gisela Cruz López, vecina de la calle 104 apto. 1, Edificio 8904, en el municipio Güira de Melena de la provincia de Artemisa. Yolanda, una mujer de 42 años de edad, cuenta angustiada cómo es su tormentosa vida.
Por tener serios padecimientos renales, hace más de doce años le realizan hemodiálisis, ya que ninguno de los dos riñones le funciona. Aunque vive en la provincia de Artemisa, es paciente del hospital Clínico Isidro Albarrán ubicado en la calle 26 en la capital.
En numerosas ocasiones le han practicado análisis para realizar el trasplante, pero todo ha quedado en la intención, porque nada se ha resuelto, explica Yolanda que siempre le dan una excusa distinta y en eso lleva varios años.
También deja saber que ha notado que ha habido un cambio en el trato con respecto a su persona, desde que comenzó a denunciar todas las irregularidades y deficiencias con las que tropieza para llevar a cabo su tratamiento.
Explica que en el Hospital de Artemisa, hay una gran suciedad y que es muy difícil atenderse allí. Dijo conocer una persona con su misma patología, que reside en la comunidad de “El Gabriel” en este municipio, el cual fue trasplantado y todo le salió mal.
Ella está preocupada porque las operaciones más recientes le han dejado problemas a los pacientes que tienen su misma patología; según plantea tiene un cuadro familiar bastante complicado, porque su hermana y su mamá son retrasadas mentales; por lo que necesita vivir, ya que es madre y abuela.
El caso de Yolanda es una realidad en el país y es la imagen del deficiente y cada vez más decadente Sistema de Salud.
Artemisa, 17 de febrero de 2015.