La cultura es uno de los sectores de la sociedad cubana donde se manifiesta el desencanto de forma pública. Ejemplo de ello es la biblioteca “José María Martínez” del municipio Bejucal en la provincia de Mayabeque, la que ofrece sus servicios de 8:00 am a 5:00 pm según un letrero que está colocado en la puerta.
Para los lectores de esta institución se ha hecho costumbre cuando están sentados en la sala de lectura, tener que sumergirse en su trabajo entre las agitadas voces de las bibliotecarias que hacen imposible la concentración de los usuarios, pues no se trata de voces de fondo, sino de una algarabía protagónica.
Las personas que van a estudiar allí, tienen además el inconveniente de que la biblioteca puede cerrar en cualquier momento, según lo determine el capricho de las bibliotecarias. Las que con la mayor naturalidad y desparpajo le pueden decir que van a cerrar y que vuelva más tarde. Esto suele suceder a las 11:00 am o a mediodía. Si el usuario vuelve más tarde comprueba con molestia que la biblioteca no abrirá hasta la mañana siguiente.
Es indiscutible que para los usuarios resulta desagradable que en la práctica los desalojen del lugar con cualquier pretexto. La biblioteca -según sus escasos lectores- ha pasado de ser un lugar de silencio y estudio a un sitio de desorden y desencanto donde el interesado nunca es bienvenido.
Mayabeque, 3 de enero de 2014.