Martes , 27 Junio 2017

Mal comienzo de curso escolar

No imaginaba Ena Elsa Velázquez Cobiella, ministra del sector educacional en Cuba, cuando hizo sus intervenciones en los espacios televisivos de fines del recién concluido mes de Agosto, -incluso en la Mesa Redonda, dedicada al inicio del curso escolar- que en la primera semana de aprendizaje, en el municipio artemiseño de Güira de Melena, más de 200 educandos de los centros de enseñanza primaria, dejaron de almorzar por negligencia de los funcionarios municipales de las administraciones de educación y comercio; así como otros organismos territoriales del gobierno; lo que condujo a protestas y reclamos de los padres hacia los directivos escolares.

Un aproximado de más de dos mil infantes, entre los cinco y diez años de edad, iniciaron esta nueva etapa escolar en los cincos centros docentes donde se imparte la enseñanza primaria en el municipio. De esta cifra -se pudo verificar- que más de doscientos -un 10%- pertenece al régimen de semi-internado, que es una responsabilidad que adquiere el Estado, y por la cual se cobra determinada cantidad de dinero en moneda nacional a los padres, por la alimentación y cuidado del niño mientras permanece en la escuela.

No obstante, dejaron de ingerir el almuerzo por espacio de tres días, poniendo a los educadores responsables del cuidado de estos alumnos en una situación incómoda, al verse imposibilitados de saciar el hambre por la que pasaron los menores.

Al conocer de esta situación, este comunicador se presentó en la escuela Manuel Ascunse Domenech, ubicada esta en la calle 94 entre 85 y 87, ahí pude conversar con una maestra de quinto grado, que pidió el anonimato, por razones personales. La fuente confirmó que desde el primer día de clases hubo problemas con el almuerzo; y los alumnos que viven en la zona rural fueron los más perjudicados, pues no había manera de avisarles a sus padres para que los recogieran. También la educadora hizo alusión a la incompetencia de la Dirección del plantel ante este suceso.

Otra de las consultadas fue la joven Daineris Cabrera, madre de uno de los alumnos de la escuela. “aunque mi niño no es semi-internado no deja de molestarme lo que pasa con los otros, muchos de ellos solo vienen con el pedacito de pan cuando entran a las ocho de la mañana, no imagino el hambre que puedan tener después de siete u ocho horas sin comer”.

Hice el intento para conversar con la señora Miriam Cabrera, directora de ese centro educativo, pero se negó a recibirme.

En recorrido por otras escuelas que reciben el alimento elaborado para estudiantes, se pudo constatar que estaban los colegiales -de diversas edades y grados- jugando en el patio del plantel educativo con su inocencia habitual, esperando por un alimento que nunca llegó.

De igual forma visité el Centro de Elaboración de Alimentos en busca de razones, y un trabajador solo se limitó a decir que no había petróleo para trabajar. Mientras esto ocurría, algo más de doscientos niños esperaban con ansias su almuerzo en las escuelas güireñas. Este es un mal síntoma para el comienzo del curso escolar 2016-2017. ¡Claro, el régimen está pensando en el 2030!

Artemisa, septiembre de 2016.


 

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