Martes , 27 Junio 2017

Las ruinas sirven para escribir promesas de amor

Hay palabras que, aunque sean mentiras, repetidas muchas veces se hacen ciertas, pero también el sentido de la vista logra asimilar la cotidianidad y ver algo usual en cualquier cuadro que se reitere. Ese es el caso de lo que pasa en nuestro país, porque se ha vuelto casi normal ver sitios que en alguna época fueron diferentes tipos de construcciones, convertidos ahora en ruinas, como si se estuviera dejando que todo terminara destruido y se puede constatar que la gente se acostumbra a ello.

En el municipio Playa, uno de los más poblados de la capital, si se entra por la calle 32 hasta el mar, pueden verse restos de lo que en otros tiempos -quizás- fueran dos piscinas, que pudieron pertenecer a cualquiera casa particular o a algún lugar de recreación; ahora destruidas y recibiendo los embates de las olas en la costa, lo que hace que se estanque en ellas el agua de mar, que llega a ponerse oscura y maloliente con el paso del tiempo.

En el lugar también se ven escombros rodeando las “albercas”. Pero hay algo que llama la atención, en el borde de concreto de una de ellas pueden leerse algunos nombres y el muy conocido te amo, escritos con pintura y brocha, lo que indica que fueron hasta allí el 29 de noviembre de 2014 para, con inspiración, dejar constancia de su amor, a pesar de ser un lugar en ruinas.

Pero no solo para tan romántico uso sirven estos despojos, también se emplean como baños públicos donde algunas personas van a hacer sus necesidades fisiológicas, contribuyendo con esto al insoportable mal olor que existe en aquel sitio.

La sociedad es una telaraña muy compleja, ¿por qué en Cuba se acostumbra a estas cosas?, no se sabe, podrían molestar a las personas en vez de inspirar amor; deberían tratar de no ensuciar más el entorno, pero lo llenan de orine y excrementos.

Quizás la respuesta esté en las carencias, no hay lugares para los enamorados y los pocos que se encuentran son caros y no están al alcance del bolsillo de todo el mundo. ¡Y qué decir de los baños públicos! La gente tiene que hacer sus necesidades fisiológicas donde pueda, porque es imposible encontrar un servicio sanitario para uso social y los pocos que funcionan están en condiciones deplorables.

Es por eso que se puede decir que el campo visual repetido una y otra vez, acostumbra a las personas a asimilar cosas como estas.

La Habana, 29 de octubre de 2016


 

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