En Manzanillo provincia de Granma, dada la limitada y casi nula oferta que brindan los establecimientos que expenden productos alimentarios por la mal nombrada libreta de abastecimientos, que en realidad es una cartilla de racionamiento; se ha tomado la estrategia de achicar estos locales de venta o de juntar varios de ellos en uno solo.
Como no existía un horario de suministro de pan en los distintos comercios del centro del pueblo, y las quejas se llovían a diario, se unieron una gran cantidad de ellos en una recién inaugurada panadería situada en la calle Calixto García entre Luz Caballero y Plácido que comenzó a funcionar el 1 de enero de este año.
Los primeros días se generaron grandes inconformidades por parte de los usuarios porque tenían que hacer gigantescas colas, no alcanzaba el pan y la venta se hacía en un horario inadecuado. Ante esta irregularidades tuvieron que tomarse ciertas medidas como reducir el número de tiendas que se habían asignado a la misma y ampliar los turnos de trabajo.
Aparecen ahora algunos errores constructivos inconcebible en un unidad recién inaugurada pero que ya son tradicionales los defectos de que adolece toda obra estatal dada la premura y la falta de supervisión necesaria, como por ejemplo: falta de ruedas en cabilleros de traslado de pan e insuficiente luminaria; y a ello se unen lo comentarios populares que la zona donde se expende el pan resulta muy estrecha para los compradores, sin barandas para las personas de la tercera edad y la rampa para los discapacitados no es funcional pues solo existe una para subir y la misma es muy estrecha para que puedan girar aquellos que utilizan sillas de rueda con el consiguiente riesgo potencial de un lamentable accidente.
Otra interrogante de la población es la de que si se mantendrá la pésima calidad del pan a la que estamos acostumbrados los manzanilleros.
Manzanillo, enero de 2016.