De los problemas que afronta la población cubana el más sensible es el de la vivienda, por lo que se considera un privilegio poseer una, no importa cuán precarias puedan ser sus condiciones, aunque se trate incluso de antiguos contenedores, pues a estos se le hacen adaptaciones.
La cuestión es tener un sitio al que puedas llamar suyo. Una muestra un tanto pintoresca de esa necesidad se puede ver en San Antonio de los Baños, provincia Artemisa, en el barrio o comunidad llamado Los Pinareños, donde recientemente se ha levantado una casa con unos postes escuálidos que en lugar de tablas ha sido recubierta con tejas de fibrocemento. El techo es del mismo material. Un detalle importante es que ni siquiera son tejas en buen estado, pues algunas de esas paredes están compuestas de pedazos unidos de un modo apresurado.
Las ventanas son minúsculas, solo en dos de ellas se ha utilizado parcialmente algo de madera. Se les ve feliz a los habitantes de este improvisado hogar, pues a pesar de la precariedad de la construcción esta es una suerte y un privilegio en la Cuba de hoy. Habría que esperar no los desalojen y les rompan la choza con un buldózer.
Artemisa, 10 de mayo de 2014.
