La Casa de los Abuelos en el Municipio de Bejucal, ubicada en calle 20 entre Zanja y 1ra., en la recién estrenada Provincia de Mayabeque, ha cerrado sus puertas por una tupición y malas condiciones de higiene, situación que ya se extiende por varios meses y podría continuar indefinidamente.
Los ancianos están sorprendidos, no se cumple para ellos el tradicional axioma de que el huésped siempre tiene la razón. Se han quedado, por esta decisión, sin la atención que recibían y han visto esfumarse en un abrir y cerrar de ojos sus mediodías de charlas en los sillones, a la vez que sienten el vacío de sus horarios de merienda, almuerzo y comida. Afirman algunos de ellos que es como si a esas cosas le hubieran salido alas y volado hacia el país de nunca jamás.
Algunos han escrito al Consejo de Estado con la esperanza de que sea reabierto el centro, pues las veces que se han dirigido a las autoridades del municipio, han dicho que no está en sus manos hacer nada. Lo real es que los abuelos están abandonados a su suerte y la respuesta a su inquietud y justificados temores es un silencio de esfinge de parte de las instituciones. Sin duda el Gobierno Municipal tiene otras prioridades.
Mientras tanto y evocando el título de una obra de Brecht: “Madre coraje y sus hijos”, la casa de los abuelos de Bejucal por una simple tupición que podría ser resuelta sin gran esfuerzo, ve cómo se van los suyos, y se hace un espejismo la promesa de que nadie será abandonado a su suerte.
Los abuelos volverán cuando la irresponsabilidad y la abulia de las instituciones de su municipio les permitan regresar.
Mayabeque, 12 de noviembre de 2013.