Para algunas personas cuando el día 13 cae viernes, es un día fatídico. Al parecer, en esa fecha de este mes, el periódico Granma, (Órgano Oficial del Partico Comunista de Cuba) no tuvo suerte con su información.
En un inusual artículo de una página y media, anunció sobre un gran desvío de huevos en la capital, y si se sigue la noticia hay varios aspectos dignos de llamar la atención.
En ese momento se publicó que eran 19 los ciudadanos sancionados por este delito, y sin embargo -7 días después- el propio diario relacionó solo 18. Se vieron en la necesidad de aclarar que el señor Eduardo Tamayo Pérez fue absuelto por insuficiencia de pruebas. Cuando se hizo la primera revelación, habían transcurrido 5 meses y 7 días de celebrado el juicio oral, por lo que surge una duda acerca de en qué momento fue liberado, ya que las leyes cubanas no contemplan una indemnización si las personas son apresadas y salen absueltas en el juicio, solo existe la práctica del dicho: “si te he visto no me acuerdo”.
Hay otra persona que aparece en el primer artículo, sólo con el cargo de Director, del cual se dice que un chofer se encargaba de sacar la merma de la semana para él y el Jefe Comercial, este implicado de nombre Arnaldo Tapia, no aparece en la lista de los sancionados, ni se dice algo sobre su persona en el segundo informe.
Se asegura que la población debió adquirir la mercancía a sobreprecio, lo cual no se puede afirmar por no estar evidenciado; lo que sí está claro es que la afectación de más de 8 millones de huevo, pudo costar al régimen casi 9 millones de pesos, si estos estaban destinados a venderse en el mercado paralelo.
Se explicó que los implicados en este delito continuado, pertenecían a dos entidades provinciales y los principales autores detentaban los cargos de Sub Director Económico, Sub Directora Comercial, Contadora Principal y Director Comercial; Yudy Castro Morales que escribió el primer artículo, se pregunta: “¿Cómo un Director Económico puede disponer de los dineros de una entidad sin que su jefe perciba, durante casi un año, ninguna anomalía?”.
No obstante pudo haberse hecho otra pregunta: ¿Para dónde estaban mirando Gladys Bejerano Portela, contralora general de la República y Mary Blanca Ortega Barredo, ministra de comercio Interior, durante el año en que estos sucesos ocurrían?
A esa interrogante habría que agregarle, que el trasiego era tan amplio que incluía 1500 clientes de gastronomía de los 15 municipios de la capital, por lo que era improbable que pasara inadvertido, en cualquiera de los niveles; a no ser que el régimen acepte que no existe control alguno en la economía.
Aunque la Fiscalía solicitó en sus Conclusiones Provisionales, penas de entre 8 y 20 años de privación de libertad, las sanciones estuvieron entre 5 y 15 años. Pero condenar a este grupo de personas no resuelve el problema del abastecimiento de huevos en el país.
Aunque esto ocurrió hace 2 años, como se ha informado, en estos momentos no se estabiliza la distribución del huevo, que es la proteína que más utiliza la familia cubana para su alimentación.
Es posible que con estas informaciones se le esté tratando de hacer creer al pueblo, que esta situación es la causa del desabastecimiento actual de ese producto. Pero si tomamos en cuenta que anualmente se producen unos 1 600 millones de posturas de gallina, los huevos que fueron desviados no significan nada en comparación con esta producción y además según se informar fueron a manos de la población.
La crisis actual se debe a muchos factores, entre ellos que no se alcanzan los niveles de producción necesarios, la falta de abastecimientos en las unidades productoras, la irregularidad en el transporte, la ineficiencia en la dirección a lo que se le puede añadir, que en la actualidad los cuentapropistas compran grandes cantidades de huevos para tenerlos garantizados, porque como no tienen un mercado mayorista que respalde las producciones que hacen, se ven en la necesidad de adquirirlos en el comercio minorista.
La economía de forma general está afectada, por la improductividad, el desestimulo material y otros factores vinculados a la independencia económica; lo que hace que determinados productos que en algún momento lograron alcanzar un nivel de abastecimiento aceptable, en estos momentos hayan retrocedido en las cantidades ofertadas. El huevo, conocido por el pueblo como “salvavidas” es sin lugar a dudas uno de ellos.
La Habana, 24 de marzo de 2015.