MADRID.- La Unión Europea dijo el viernes que estudia revisar su relación bilateral con Cuba, condicionada desde 1996 por la llamada Posición Común.
“Estamos, es verdad, internamente discutiendo la posibilidad de modificar esa posición y para eso necesitamos la unanimidad de todos los estados miembros”, dijo en Madrid el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
La Posición Común, impulsada por el ex presidente español José María Aznar, impone un cierto bloqueo a las relaciones entre Bruselas y La Habana. La finalidad es condicionar cualquier diálogo a “avances en democracia y en el estado de los derechos humanos” en Cuba.
Las palabras de Durao Barroso llegan después de una serie de reformas impulsadas por Raúl Castro, incluidas la posibilidad de los cubanos de viajar fuera de la isla y la de gestionar pequeños negocios. El máximo responsable de la Comisión no entró en detalles sobre la negociación, pero marcó líneas rojas.
“Es muy importante que Cuba respete los derechos humanos, es muy importante que Cuba no tenga presos políticos, es muy importante la libertad de expresión”, señaló Durao Barroso en una rueda de prensa junto al jefe del gobierno español Mariano Rajoy.
“Todo lo que se puede hacer de positivo en Cuba para abrir el país a los valores plenamente democráticos será positivo”, añadió.
Rajoy no valoró el cambio de política hacia Cuba. El diario madrileño El País avanzó en su edición del jueves que el deshielo entre las dos partes cuenta con el apoyo del actual gobierno conservador español. Y fijó 2015 como fecha probable para la aprobación de un nuevo acuerdo.
La Posición Común se revisa anualmente y cualquier modificación debe ser ratificada por los 28 estados miembros de la unión. El anterior gobierno socialista español intentó suprimirla en 2010, pero no logró el consenso suficiente.
Las restricciones de esa política no tienen nada que ver con el embargo estadounidense, vigente desde la década de 1960. La Unión Europea es el segundo socio comercial de la isla, sólo por detrás de Venezuela, según datos de Bruselas. No obstante, Cuba —junto a otros países— perdió el 1 de enero del 2014 importantes ventajas arancelarias a sus exportaciones al viejo continente tras salir de la lista de “países más necesitados” que elabora el bloque.
Las relaciones entre Bruselas y Cuba han vivido diversos altibajos en los últimos años. Uno de los más críticos, que profundizó en las sanciones europeas, fue el encarcelamiento del grupo de 75 disidentes cubanos en el 2003.
Casi 40 de esos presos y otros 50 más fueron liberados y acogidos en España en 2010 y 2011 después de un acuerdo a tres bandas entre Madrid, Cuba y la Iglesia Católica de la isla para la excarcelación de opositores. Alejandro González Raga, uno de aquellos 75 detenidos que llegó a España en 2008, envió recientemente una carta a los cancilleres europeos pidiendo que cualquier acuerdo con La Habana incluya salvaguardas.
“No entendemos que el bien de los cubanos desde el punto de vista social, económico, político y cultural, pueda realizarse en un contexto de represión y limitaciones a los derechos y libertades fundamentales, como el actual”, dijo González Raga, presidente del Observatorio Cubano de Derechos Humanos. “Si de verdad se quiere favorecer un proceso de transición habría que comenzar por incluir a todos los actores de la sociedad civil y la oposición, en Cuba y en el exilio, en las iniciativas que afecten a los intereses generales de los cubanos”.
“De lo contrario, simplemente nos encontraríamos ante un acuerdo incompleto y poco verosímil”, añadió.