La persistente falta de múltiples renglones de medicamentos en la red farmacéutica de Manzanillo, provincia Granma, al igual que en el resto del país es constante preocupación y fuente de desesperanza en pacientes y sus familiares, por la necesidad apremiante de mejorar, curar o paliar los síntomas producidos por las enfermedades.
En esta localidad está establecido que todos los jueves se deben surtir a las farmacias con medicamentos provenientes de los almacenes de la Empresa Provincial de Suministros Médicos, que tiene su sede en Bayamo, el municipio cabecera provincial; por lo que los viernes en horas temprana de la mañana se aprecian grupos de personas esperando por la apertura de estos establecimientos para conocer si “llegaron” las medicinas que necesitan para sus dolencias; pero la mayoría regresa a sus hogares apesadumbrados y desilusionados cuando reciben como respuesta que no hay y continúan ausentes.
Entre los medicamentos que más escasean, por mencionar algunos están los antiácidos como el alusil suspensión; la domperidona, la ranitidina, colagogos y coleréticos como las sales biliares así como el novatropín para el meteorismo y espasmos biliares.
No hay pomadas anti-fúngicas como tolnaftato, ketoconazol, micocilen; e incluso los medicamentos que se adquieren por el llamado tarjetón de enfermedades crónicas, como el verapamilo en tabletas que es un anti-arrítmico, antiginoso e hipotensor para los cardiópatas; tampoco tienen suerte los que padecen de diabetes mellitus, porque la glibenclamida que es un hipoglucemiante oral, no se encuentran en existencia.
Los funcionarios de Salud Pública tratan de explicar todo lo anterior alegando carencia de materias primas, abuso en el uso de los medicamentos y otorgamientos de recetas complacientes por parte de los médicos; así como otras variadas elucubraciones.
Por su parte el Ministro del ramo en la última reunión del Consejo de Ministros, informó que en los próximos 4 meses entre 37 y 40 mil pacientes de cáncer estarían afectados en algunos medicamentos, porque se había parado una fábrica y debían contratarlos con el exterior; así mismo dijo que habría que invertir para volver a poner esta industria a funcionar.
Pero la realidad es que no aparecen las tan ansiadas medicinas, ni las medidas necesarias para resolver tan crucial problema y los necesitados claman por soluciones rápidas y definitivas y no por las ya manidas y repetidas justificaciones que siempre esgrime el régimen ante la triste situación cubana.
Manzanillo, 16 de junio de 2015.