Martes , 27 Junio 2017

Enfermedad agresiva y violenta

He recibido la siguiente denuncia:

“Quien suscribe Luisa María Castillo Martínez, de 45 años de edad, con carné de identidad No. 67082101516 y con residencia en avenida 75 entre 74 y 76, en Güira de Melena, provincia de Artemisa, quiero exponer mi problema:

“Sufro de una enfermedad en estado avanzado nombrada Lupus Erimatoso Sistémico Anular Cíclico, con todas las características de un padecimiento en estado agresivo y violento, del que en la actualidad –los médicos me han informado- solo existen tres casos en el país, de este mal  se me derivan otros padecimientos, como: bocio, tiroides e hipocondría”.

“Mi enfermedad está adecuadamente documentada desde el punto de vista médico y epidemiológico, lo cual es susceptible de ser comprobado por el personal facultativo, según consta en el resumen de historia clínica No. HC-638438 de 21 de febrero de 2013, del Centro Nacional de Reumatología del Hospital Clínico Quirúrgico de Diez de Octubre, donde figuran las características, diagnóstico y recomendaciones de mi caso”.

“La casa en que resido es propiedad de mi abuelo y no reúne las condiciones mínimas para acoger a una persona con esta terrible enfermedad, por lo que desde el 3 de abril de 2008 comencé todos los trámites, con la documentación necesaria, para lograr la asignación de una vivienda que se adaptara a mi dura situación,  y hasta la fecha lo único que he recibido son malos tratos por parte de los organismos implicados”.

“Me dirigí al Consejo de Estado y el 17 de agosto de 2011 recibí la respuesta no. 43990, negando que mi solicitud se encontrara en el municipio”.

“En la Asamblea Municipal, cuyo presidente se nombra Orestes Felipe López, solo he recibido malos tratos por realizar reclamaciones; y el 5 de marzo de 2012 la funcionaria de Atención a la Población, de nombre Yolanda, me expulsó groseramente de la entidad, estando presentes otros miembros del gobierno. Volví allí el día 13 y no obtuve respuesta”.

“A finales de noviembre de 2012 me dirigí de nuevo al Gobierno Municipal donde me dieron a entender que mi caso no tenía solución porque no había disponibilidad de viviendas, aunque les argumenté que en la calle 78 entre 85 y 87 existía una casa cuyos residentes habían abandonado el país”.

“Yo solo pido una solución a mi caso y que de ser requerido se establezca un diálogo con la Comisión Médica que puede dar fe de mi situación de salud”.

Artemisa, 23 de julio de 2013.


 

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