En la ciudad de Manzanillo, provincia de Granma existe por parte de la población una generalizada inquietud por la pésima calidad del pan, tanto el que se vende por la mal llamada libreta de abastecimiento y el titulado pan especial.
Los directivos de la Unidad Básica de Pan y Dulces, que responden por los nombres de Romelia Díaz, Jorge Barbán e Ivis, a través de declaraciones emitidas el 28 de junio de 2013 corroboraron los planteamientos populares de que ese producto no tiene el sabor, textura y consistencia requeridas y justificaron eso con la calidad de la harina (bajo gluten), de la levadura, así como máquinas obsoletas y argumentaron también cuestiones subjetivas, como falta de control, no cumplimiento de las técnicas, legalidad y falta de higiene, por manipulación inadecuada, tanto por los panaderos, como por la incorrecta transportación en carretillas y camiones descubiertos, que propician la propagación de enfermedades transmisibles.
Lo cierto es que pese a la aparente preocupación gubernamental por esta situación expresada por los funcionarios William Barrero Cintras y Calixto Santiesteban Ávila, lo que el pueblo manzanillero exige son menos justificaciones y que se ponga fin al maltrato que recibe casi a diario con esa mala calidad del pan y los altos precios -que sin merecerlo- ostenta este demandado y necesario producto alimenticio.
Manzanillo, Granma, 27 de julio de 2013.