Martes , 27 Junio 2017

El arte popular de Pascual

Para este creador, hasta lo que para otros pudiera considerarse que es insignificante, tiene un valor inestimable dentro de su genuinidad. Su nombre es Pascual del Valle y tiene el taller en su casa, sita en la calle 41 No. 4607 en el municipio de San Antonio de los Baños, perteneciente a la provincia de Artemisa; allí realiza todo su trabajo de artesanía.

Pascual puede utilizar para desarrollar su creación, desde semillas de diferentes plantas hasta zapatos viejos, vasijas rotas, objetos a los que él sabe después darle otro sentido y perspectivas sin que dejen de ser lo que son. Su virtud consiste en transformar algo que al parecer ya era inservible en una obra artesanal.

Pequeños fragmentos de cristales  y porcelana de diferentes colores se pueden conjugar en la creatividad de sus manos hasta formar un dibujo que puede ser un paisaje, una naturaleza muerta o una representación de los personajes literarios de Don Quijote y Sancho Panza; la mayoría de sus trabajos están hechos sobre teja o en madera.

Al pasar por su casa se le suele ver en el portal, sentado a la mesa que le sirve para crear las más disímiles formas. Pascual del Valle no sólo es un innegable artista sino que también es restaurador de objetos de cerámica, barro y biscuit,  que se rompen y las personas que saben de su trabajo se lo llevan para que él los arregle y puedan seguir siendo usados como adorno.

Este artesano ariguanabense ha podido llevar su obra a distintos lugares, tanto dentro como fuera de la provincia de Artemisa, a través de muchas exposiciones que ha realizado, teniendo siempre una gran acogida en el público que asombrado disfruta de la “Artesanía Pascual”, como se le ha ido conociendo a través de los años de dedicación a este arte.

Las puertas de su casa están abiertas para todo el que se acerca allí interesado en conocer un poco más de cerca su obra; la sala está llena de creaciones bien organizadas en estantes y muebles; hay búcaros y jarrones, cofrecitos de distintos tamaños forrados de coloridos pedacitos de antiguos objetos.

Una de sus últimas creaciones son los viejos zapatos cubiertos con conchas, botones, convertidos en originales objetos decorativos. Algo que hace más excepcional el trabajo de este artesano es que ninguna de sus obras se repite, es decir cada objeto es único, por lo que esto lo convierte en un incansable forjador que constantemente busca renovar su inspiración.

Al hablar de este último aspecto, Pascual dice que si él quisiera repetir una de sus creaciones no sabría cómo hacerlo. Por eso aquel que decide comprar algunas de las artesanías hechas por Pascual, sabe que lo que está comprando es único y que nadie más lo tiene, incluyéndolo a él mismo.

Artemisa, 26 de mayo de 2016.


 

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