El pasado domingo 24 de julio sobre las 10 am, fueron detenidos arbitrariamente los periodistas ciudadanos Jose Antonio Montes y Diosvany Calistre Cabilla, esto ocurrió en la vía publica frente al domicilio de Jose Antonio. Al frente del operativo estuvieron los oficiales conocidos por los seudónimos de Michel y Yohan; el primero de estos es Jefe de la sección de enfrentamiento, que no es más que el departamento de la policía política encargada de vigilar y reprimir a los opositores del régimen.
Esta detención puede calificarse como secuestro ya que se le negó en todo momento a los familiares la información de donde se encontraban retenidos, violando así el artículo 244 de la Ley de Procedimiento Penal que preceptúa que al efectuarse la detención de una persona se consignará en acta la fecha, hora y motivo de la detención, la que será firmada por el actuante y el detenido, lo cual no se hizo, además de estar obligada la autoridad a informar a los familiares de la detención y del lugar en que se halle el detenido, así como facilitar la comunicación entre ellos, cosa que tampoco se hizo a pesar que se personaron sus familiares en las unidades de la policía existentes en la ciudad, indagando por el paradero de lo José Antonio y de Diosvany; una muestra más de la crueldad de los esbirros del régimen castrista
Jose A. Montes fue liberado el lunes a las 4 y media de la tarde y cuenta que fueron conducidos a la 3ra unidad de la policía que se encuentra en la Carretera Central frente al reparto Monte Carlos; nos narró que fue torturado psicológicamente pues le amenazaron con inventarle una causa por un delito común para que cumpliera prisión, los motivos que esgrimieron para la detención, según le dijeron en los interrogatorios, fue su participación en las marchas conocidas como Todos marchamos, que se efectúan todos los domingos, para pedir la libertad de los presos políticos y el respeto por los derechos humanos en la Isla. También le efectuaron un registro en su domicilio donde le incautaron algunos ejemplares del Boletín Luz Camagüeyana y una buena cantidad de accesorios de motocicletas las cuales Montes comercializa legalmente pues es trabajador del sector privado, el paga patente y tributa impuestos al Estado. Una vez liberado bajo la amenaza de ser encarcelado si persistía en su posición contestataria y de enfrentamiento al régimen, se vio obligado a personarse en la sede de la policía política que radica en la plaza la Caridad de esta ciudad, para reclamar la devolución de los accesorios, pues intentaban robárselos; tuvo que amenazar con amordazarse en la céntrica plaza del Gallo para lograr recuperar sus bienes.
En el caso de Diosvany Calistre, estuvo retenido hasta el miércoles y además de las amenazas de procesarlo penalmente por un delito común, lo ofendieron verbalmente tildándolo de cobarde, flojo y otros epítetos degradantes, intentando provocarlo y llevarlo a asumir una actitud violenta, para acusarlo por atentado.
Estas detenciones no son un caso aislado forma parte de la escalada represiva del régimen castrista que ve amedrentado e impotente como se desploma irremediablemente en Latinoamérica la izquierda populista, especialmente le afecta la situación en Venezuela, el gobierno chavista va cuesta abajo y Raul Castro no puede hacer nada por ayudar a su pupilo Nicolás Maduro; el pueblo venezolano aprendió algo tarde pero a tiempo que el socialismo solo trae la destrucción de la economía, corrupción y la perpetuación de un hombre en el poder mediante la destrucción de la democracia. Todo lo anterior asusta y preocupa los octogenarios dueños de esta isla cautiva que es Cuba y la reacción no es otra que el aumento de la represión en un intento por intimidar a una descontenta población que ve con frustración y enojo el agravamiento de la crisis económica y la sempiterna y crónica incapacidad de los gobernantes para mejorar la situación. Esta población no es la misma que sobrevivió la crisis de principios de los noventas del siglo pasado, este pueblo no aguantara una situación como esa y los Castro y sus acólitos lo saben y temen. Es por eso que se agradece y necesitamos de personas como Jose Antonio y Diosvany, que sobreponiéndose al miedo enfrentan y piden cuentas a un régimen decadente, pero con una aceitada maquinaria represiva. Es importante que el mundo conozca y se solidarice con ellos y le exija al Gobierno de Cuba respeto por los derechos humanos y una apertura democrática.