Diana Toraya Hernández, vive en calle Corrales # 2, apartamento 7, entre División y Nazareno, municipio Guanabacoa, en la capital; en una casa que se encuentra en bastante mal estado. Ella llegó allí hace más de diez años, con la anuencia de su suegra que ya falleció y con su esposo que también es difunto.
Al mudarse tenía dos hijos, una hembra que en aquel entonces era chiquita, con un año y medio de edad y el varón que contaba con solo nueve meses. Pero desde hace dos años tiene un litigio con María Andrés Álvarez que vive en el apartamento 6 y que está vinculada a la familia de su esposo; la cual le ha dicho que aunque se quede sin un centavo en el bolsillo, porque tenga que pagar a los funcionarios de la vivienda, los va a sacar del inmueble.
Dos meses atrás, la Dirección de la Vivienda de Guanabacoa, comenzó a mandarle a Diana citaciones y órdenes de desalojo, sin tomar en consideración que tiene dos niños, ambos asmáticos y el varón débil visual.
Diana se ha dirigido a varios órganos oficiales, que tienen que ver con su caso, como el Poder Popular, donde una funcionaria nombrada Inalvis le dijo que esa casa le hacía falta a cualquier persona menos a ella.
El director de Vivienda municipal, nombrado Adismel Núñez Martínez le dio como respuesta que tenía que abandonar el inmueble o seria echada a la calle por la policía.
En el Consejo de Estado, María del Carmen Cedeño Rodríguez, le dijo que no tenía derecho de reclamar.
Después de esto a Diana solo le queda esperar que la desalojen de la casa donde ha vivido tantos años y que está en un deprimente estado constructivo. Esta es la justicia social del régimen totalitario cubano.
La Habana, 22 de julio de 2014.