El revuelo desatado obliga al régimen a dar marcha atrás en el castigo impuesto por lanzar mensajes críticos en un concierto oficial
Poco parece que le ha durado la sanción del régimen cubano a Robertico Carcassés, el músico que la semana pasada osó reclamar elecciones libres durante un concierto en La Habana y fue vetado en el circuito oficial de espectáculos. El trovador Silvio Rodríguez ha anunciado en su blog Segunda Cita que las conversaciones del martes por la tarde entre las autoridades del Ministerio de Cultura y el pianista de jazz “fueron tan positivas, que han decidido dejar sin efecto la sanción”. Aunque lo más probable es que la dictadura de los Castro no olvide ya su atrevimiento.
El incidente que ha desatado el gran revuelo internacional y nacional (la web oficial cubadebate se hizo eco de algunos comentarios en la isla a diferencia de la TV estatal) ocurrió durante un concierto oficial en homenaje a los cuatro agentes presos en Estados Unidos, celebrado hace una semana ante la Oficina de Intereses de ese país en La Habana. Roberto Carcassés, conocido como Robertico, lanzó mensajes críticos en mitad de una canción mientras el espectáculo era retransmitido en vivo por la televisión estatal. Una treintena de artistas participaron en ese evento, incluido Silvio Rodríguez.
Carcassés reclamó con música “Elegir al presidente por voto directo y no por otra vía”, “Libre acceso a la información para tener yo mi propia opinión”, “Que se acabe el bloqueo y el autobloqueo, por favor”, y “Ni militantes ni disidentes, todos cubanos con los mismos derechos”. Al día siguiente, las autoridades culturales -que controlan todos los espectáculos en la isla- le llamaron a capítulo, le tacharon de “oportunista” y le comunicaron la sanción, denunciada, entre otros, por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH).
Tanto Silvio Rodríguez como el padre del jazzista, el “showman” Bobby Carcassés, reconocieron respectivamente la “torpeza” y el “error” que cometieron tanto el líder del grupo musical Interactivo como los responsables de Cultura. Desafiando la censura del régimen, el cantautor llegó a invitar al músico “separado del sector por tiempo indefinido” a participar en sus próximos conciertos. “Robertico cometió una gran torpeza al escoger el acto por la liberación de Los Cinco para lanzar su pliego de reclamaciones”, destacó Rodríguez en su blog.
El primero de esta saga de músicos de jazz explicó a ABC desde La Habana que su familia había recibido cartas de apoyo “de todo el mundo” tras el incidente y que había criado a su hijo “para que no tenga miedo a decir nada”, aunque luego reconoció que “fue un error en el contexto en el que lo hizo”. Bobby Carcassés se mostró convencido el mismo martes de que “esto se va a resolver, tengo entendido que van a quitarle la sanción”. Su hijo, mientras tanto, se reafirmaba en sus palabras a través de un comunicado en Facebook, aunque se disculpó por el posible daño causado a los familiares de los agentes presos.
Robertico Carcassés, de 41 años, es además un percusionista, arreglista y compositor que ha colaborado con artistas de la talla de Chucho Valdés o George Benson. A principios de esta década creó Interactivo, un grupo abierto a la experimentación que une a instrumentistas y vocalistas de diversas tendencias musicales. La periodista cubana Tania Quintero aseguró en martinoticias.com que Carcassés “hace jazz afrocubano del bueno”.
Excluidos y linchados
Alejandro González-Raga, director ejecutivo de OCDH, alertó esta semana que “la suspensión inicial de Roberto Carcassés podría ser el inicio de un proceso de exclusión y linchamiento moral”; una práctica del régimen cubano que el exprisionero de conciencia cuenta que ya sufrieron Virgilio Piñera, Heberto Padilla, Raúl Rivero, María Elena Cruz Varela, Antonio José Ponte, Rafael Alcides, Reinaldo Arenas, Guillermo Cabrera Infante, Carlos Alberto Montaner, Cundo Bermúdez o Pedro Pablo Oliva. Raga agrega a la lista dos últimos casos: el escritor Ángel Santiesteban y la actriz Ana Luisa Rubio.