Un número considerable de calles del municipio de Guanabacoa, en La Habana, no tiene aceras para que transiten los peatones, pero lo que convierte caminar por ellas en un suplicio es el hecho de que están desbaratadas.
Las viejas instalaciones de aguas albañales y potable que no tienen mantenimiento y que han sido explotadas por muchos años, se quejan y se convierten entonces en ríos que con el paso del tiempo y de los vehículos forman huecos en las calles.
Cada día se puede constatar cómo estos agujeros se hacen más grandes; pero hay algunas vías por donde es más difícil el tránsito como: Santa María hasta calle H, desde Máximo Gómez hasta Estrada Palma; Aranguren hasta Santa María entre algunas otras.
La Habana, 21 de febrero de 2014.
